✦ Capitulo 8: Al borde ✦

4.4K 400 26
                                    

𝐋𝐞𝐢𝐥𝐚:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝐋𝐞𝐢𝐥𝐚:

No fue fácil recibir la noticia de que tengo una conexión extraña con los animales, si a eso le sumo que es gracias a mi padre cae mucho peor el peso. Creé esquemas y supuestas teorías en varios pergaminos, los uní con pequeños hilos extraídos de blusas viejas que ya no uso y con un poco de magia le dí movimiento a mis imágenes. De esta forma creí que entendería un poco mejor lo que me pasaba pero era inútil, nada servia, mi única solución era acudir a mis padres cosa que me daba miedo por sorprenderme con algo que yo no haya pensado. Estuve ocupada estos últimos dos días creando cien distintas teorías, y cuando digo cien es literal. Mi cabeza estuvo constantemente pensando y analizando el mas mínimo detalle, pero solo son teorías, nada confirmado. Ni siquiera prestaba atención a las clases, o me reunía con los chicos en el comedor, tampoco usaba mis descansos para descansar. Mi cuerpo y mente pedían a gritos que tome un respiro y sin otro remedio tuve que ceder

Salí de mi habitación en dirección a la pradera cercana a la cabaña de Hagrid, allí el viento corre mejor y esta lejos de las señoritas quejosas de Beauxbatons. Estaba por sentarme con la espalda contra la pared del castillo cuando, a pocos metros, veo a Cedric acercándose con paso firme y un poco acelerado. Revolee los ojos mientras me volvía a parar y camine cuesta abajo hacia la cabaña de Hagrid

- ¡Detente! Leila, ¡Detente por favor! - Me detuvo a mitad de camino en las pequeñas escaleras. Sujeto mi muñeca levemente y me hizo girar sobre mis talones para mirarlo

- No puedo ahora Cedric, tengo que ver a Hagrid - Mentí, necesitaba estar sola para encontrar una solución, mi cabeza no para de dar vueltas en un mismo objetivo

- Solo dime que te pasa, ¿Por que estas tan enojada? - Me soltó y se posicionó frente a mi evitándome el paso hacia abajo 

- No tengo tiempo ahora Cedric, después hablamos - Dije apurada e intentando rodearlo pero puso su mano sobre mi hombro

- No me evites más - Suspiré frustrada y lo miré durante unos segundos, no tengo tiempo para esto

- Bien, si es lo que quieres - Dije enderezándome - Primero, dejaste que tus amigos hablen mal de mi - Negó con la cabeza y frunciendo el ceño

- ¿Que? Eso no es cierto - Intentó explicarse pero lo interrumpí

- Si es cierto, los escuche en el pasillo hace unos días - Elevó sus cejas recordando lo que hablaron antes del cáliz 

- Eso no fue... - Volvió a interrumpirme pero tomé la delantera enojada y lo detuve

- Segundo, no me consultaste, no me avisaste, no me dijiste nada. Yo no tengo poder sobre tus decisiones pero lo que te afecte a ti me afecta a mi, eres egoísta pensando solo en lo que tu quieres - Tragué en seco conteniendome las lagrimas que aproximaban en salir. No estaba triste si no que enojada, y por la impotencia de ya no poder hacer nada quería llorar, derramar lagrimas llenas de furia e ira

- Yo no te consulte sobre el torneo porque no quería que te preocuparas o te enojes como te estas enojando ahora - Su lógica no tiene lógica, es un sinsentido, si se anota es para ganar y si ganaba yo me iba a enterar. Es simplemente ridícula su excusa

- ¿Realmente te estas escuchando, Cedric? No tiene sentido, de todas formas me iba a enterar - Me acerqué un paso hacia él acortando la distancia y demostrandole mi enojo, en cualquier momento se ganaría un buen golpe justo en la nariz

- Pero esperaba a juntar valor suficiente para decírtelo. De igual manera ya no puedo salir del torneo - Dime algo que no sepa...

- Es que ese no es el problema, capaz después de charlarlo te hubiese alentado a participar - Volví a suspirar cansada, me alejé de mi habitación para despejar mi mente pero lo único que estoy haciendo es empeorar todo

- ¿Entonces porque estas tan enojada? - Elevó su voz acercándose aun mas a mí, al limite de que sentía su respiracion chocando con la mía. Sin poder aguantar mas, una lagrima recorrió mi mejilla y otras mas siguieron su camino

- ¡Porque estuve al borde de la muerte! - Grité llena de impotencia, di un paso hacia atrás y miré el suelo para ocultar mi llanto - Estuve a punto de morir y no te lo dije, hice lo mismo que tu me hiciste - Dije casi en un susurro

- ¿Que? - Preguntó, su voz temblaba y sentía su mirada sobre mi mientras esperaba una respuesta

- En clase de D.C.A.O, por alguna razón tengo una conexión muy fuerte con los animales, hasta puedo sentir lo que ellos sienten. El profesor uso el maleficio de la muerte en una araña y me hizo efecto a mi también - Mi voz estaba calmada mientras yo seguía cabizbaja. Vi una lagrima suya chocar contra el escalón de piedra en el que estaba parado - Estuve en la enfermería y después en la oficina de Dumbledore. No te conté nada por miedo a lastimarte y me doy cuenta que tu hiciste lo mismo conmigo. Lo lamento... - No sabía que mas decir, me sentía sola y abatida, una tormenta me estaba aplastando contra la realidad y estaba soportándolo sola. En cualquier momento me volvería loca y no tenia a nadie en quien confiar. Harry estaba demasiado preocupado por el Torneo, y no lo culpo. Hermione tenía que soportar ver a sus dos mejores amigos separados. Ron estaba demasiado celoso de Harry como para preocuparse de algo mas. Y por ultimo, Cedric también tenía el Torneo encima, ademas de que estábamos peleados. Estaba sola y no creía aguantar un minuto mas. Aun con la cabeza agachada mirando fijamente el suelo sentí unos brazos rodeándome y apretándome contra el pecho de Cedric. Sentí su calor y su olor a perfume recién comprado

- Yo también lo lamento, Leila - Escondí mi rostro bajo su mentón correspondiendo su abrazo. Estuvimos unos minutos así, en silencio. Fuimos bajando hasta quedar uno al lado del otro sentados en el mismo escalón. Él me envolvió en sus brazos y yo me quedé sintiendo su corazón latir y su pecho elevarse y descender por sus respiraciones calmadas - Leila, prométeme que nunca volverás a ocultarme algo así - Dijo en un susurro, con la voz ronca pero dulce a la vez

- Lo prometo - Dije sintiendo como mi mente por fin tomaba su merecido descanso - Tu también prométeme que no volverás a ocultarme nada por el estilo - Me quedé esperando su respuesta, mantuve mis ojos cerrados disfrutando su calor y sus pequeñas pero delicadas caricias en mi cabello

- Lo prometo...

𝐒𝐨𝐦𝐞𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐂𝐨𝐧𝐟𝐮𝐬𝐞𝐝¹ │ Cedric DiggoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora