Gemas De Sangre

『Capítulo XVII: Centinelas』

La competencia de los escuadrones por la apuesta de los superiores se pospuso cinco días debido a las lesiones de Dekka y Nathan, a los cuales les dieron el alta ayer. Nathan se acerca a Dekka, tomando asiento junto a ella, estirando las piernas.

—Has estado tan ocupada en tus terapias que no he tenido la oportunidad de agradecerte —Dekka se gira para verlo—. Gracias —Nathan le regala una sonrisa agradecido.

—No-no es necesario —baja la cabeza avergonzada—. Eres mi compañero, yo estaba más cerca de ti, no tienes que agradecer —sonríe sin ganas. Estos últimos diez días ella no ha podido dejar de pensar en Arian y esa actitud tan frívola y mortal.

—¡Finalmente estamos todos juntos! —exclama Johan dejándose caer junto a Nate—. Hemos hecho trabajo extra por su culpa —se queja en broma.

—Lamentamos haber sido heridos —le responde Nathan divertido.

—¿Están listos para patearle el trasero a ese presumido? —cuestiona Johan viendo a Biel con los ojos entornados—. Ese tonto castaño no ha parado de presumir que será el primero —se cruza de brazos.

Dekka no presta atención a las palabras de Johan, buscando con la vista a Ekai, mientras que Nathan no responde al no tener ganas de competir, no le interesa ganar o perder la apuesta.

—¿Y Ekai? —pregunta Dekka extrañada, ya que él suele ser de los primeros.

—Está con el comandante, quiere perfeccionar su uso del elemento tierra —le responde Johan dejándose caer de espaldas, recostandose en el césped descuidado.

Ekai aquel día peleando contra aquellos fuertes oponentes había sentido por segunda vez la impotencia, se había percatado que hay personas más fuertes que él y no quiere quedarse atrás, ver a Dekka a punto de morir le hizo ver que sigue siendo incapaz de proteger a alguien, que su trabajo duro sigue siendo inútil, que sigue siendo débil.
Ekai llega junto a Arian, listos para comenzar con la competencia innecesaria.

—Dekka... —le llama Ekai con pena, ella se gira sintiendo el hormigueo extraño que solo él causa—, y-yo confío en ti, pero necesito que también confíes en mí —susurra girandose, dándole la espalda. Dekka baja la vista, ella no se permitiría el hablar sobre su vida, aunque eso no quiere decir que ella no confíe en él.

—¡En fila! —exclama el comandante Gerald del escuadrón 06-96.

Dekka no puede evitar ver las cicatrices del hombre debido a la curiosidad detrás de su historia, las cicatrices son poco comunes debido a los dones curativos, los cuales regeneran tan bien las células de la piel que llegan a ser escasas. Aunque existen las excepciones, cuando no se tratan adecuadamente o se trata sin los dones. Dekka tiene una pequeña cicatriz en el hombro izquierdo, ya que el médico dotado no la atendió debidamente por ser una ordinaria.

Los doce sub-tenientes se forman en la línea de partida, el rendimiento y resistencia de Dekka son inciertos por ahora, por lo que espera dar todo de ella y no quedar en ridículo. Said, Maya, Archie y Biel están decididos a ganar la apuesta, debido a que son los integrantes del escuadrón 06-96. Gerald dispara y los adolescentes salen corriendo, el camino esta marcado por varias X blancas en los árboles y hay trampas básicas y obstáculos, el objetivo es recorrer los tres kilómetros con rapidez y cautela.
En los primeros lugares van Samuel, Biel, Maya y Ekai, seguidos por Archie, Johan y Beatrice, al final van Susanne, Said, Dekka, Helena y Nathan en ese orden.

Evitando las trampas y pasando los obstáculos llegan a los últimos metros, el último tramo es sobre los árboles, probando su parkour. Biel, Ekai, said, Johan y Samuel le llevan la delantera a Dekka. Ekai y Biel peleando por el primer lugar, cargando con el peso de ganar por el equipo bajan de los árboles para los últimos cinco metros, Ekai es quien cruza la meta primero mientras Biel le sigue por centimetros. Dekka baja de los árboles perdiendo fuerza, sintiendo el hormigueo y una punzada en la cabeza deja de correr, siendo pasada por los demás. El médico le recomendó no forzar su cuerpo y no usar los elementos hasta que su resistencia junto a su límite se ajustara nuevamente.