Prólogo.

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La falda del vestido llena de tierra y el cabello despeinado. A su madre no le gustaría eso.

A sus escasos 16 años de vida había descubierto que a su querida madre, Colette Delacour, no le gustaban muchas cosas, como la suciedad, la mala postura, el mal uso de las palabras y relacionarse con magos de sangre impura, desgraciadamente su hija del medio poseía todas esas cualidades.

Colette Delacour poseía el cabello rubio y los ojos azules característicos de una veela, podría haber tenido a cualquier hombre del mundo pero sus padres decidieron tomar esa decisión por ella, como lo hicieron los padres de ellos y los padres de ellos. Y a los 17 años, Colette dejó su amada Francia y contrajo matrimonio con Charles Doherty.

Los Doherty eran una familia de sangre puras inglesa y sus tres hijos habían sido desposados en respetables familias pertenecientes a diferentes países de Europa con la esperanza de expandir sus contactos familiares y poder acudir a ellos si la situación lo requería.

Colette y Charles adquirieron una propiedad en las afueras de Londres, lejos de cualquier acentamiento muggle y se dispusieron a traer al mundo a sus tres hijas, su orgullo y adoración.

La primera en llegar al mundo fue Agatha Jane Doherty, quien poseía el cabello negro y los ojos oscuros de su padre, amaba coser y continuamente creaba nuevos vestidos para sus hermanas, le habría encantado tener una tienda de diseños propios pero su esposo, Rebastan Lestrange, no lo creía correcto. Y su mayor deber era hacer feliz a su esposo.

Pocos años después llego al mundo Bernedice Marie Doherty, una versión mas pequeña de su hermana pero solo físicamente. Era un espíritu rebelde y alborotador, jugaba quidditch y rechazaba a todos los pretendientes que su madre le ponía enfrente. Se rumoreaba que jamás se casaría, y a nadie le sorprendería si el futuro resultaba así.

Y por último, Genevieve Eloise Doherty, la única de las hermanas que había heredado la apariencia de su madre, amaba los libros mas que a cualquier otra cosa y en solo un año a partir de ese momento, se convertiría en la esposa de alguien.

La falda del vestido llena de tierra y el cabello despeinado, esa fue la última cosa que Genevieve notó de su hermana antes de que huyera de su casa y ya nunca mas volviera.

-Llegamos querida.

Escuchó la voz de su madre y la miró expectante, temerosa de la seriedad en la mirada de la mujer que, aunque increíblemente hermosa, parecía haber envejecido varios años desde que había comenzado a comentarle a las señoras con las que tomaba el té los domingos por la tarde que su preciosa hija del medio había fallecido de una misteriosa enfermedad hace pocos meses. Claro, eso era mejor que la verdad, Merlín prohiba que un miembro de la Noble Casa Doherty se enamore de un sucio hijo de muggles.

-Genevieve-dijo duramente su madre-Esta noche es importante, si cerramos este trato vas a convertirte en la esposa de un gran hombre en solo un año. No tienes permitido arruinarlo bajo ninguna circunstancia, es tu deber como miembro de esta familia y sobre todo, como mujer.

Genevieve asintió, ya acostumbrada al viejo discurso familiar, era su deber casarse, tener hijos, lucir increíblemente bonita, tener las mejores notas, asegurarse de ser elegida premio anual y jamás, bajo ninguna circunstancia, negarse a la orden de alguien superior.

-Si madre-respondió suavemente.

Ambas mujeres junto al patriarca de la familia decendieron del carruaje y emprendieron camino hacia la mansión Malfoy, dónde se celebraba un baile por alguna razón rebuscada y algo improbable.

Ocean Eyes -Regulus Black-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora