Capítulo 29.

621K 43K 296K
                                    

Estoy vestido y preparado para viajar a Cristeners al matrimonio de Lorian y Claire, debo admitir que estoy un poco retrasado pero con suerte llegaré antes que salgan de la iglesia.

El avión está esperando mi abordaje para partir lo más pronto posible, no obstante, antes de llegar al umbral soy interceptado por un Francis visiblemente preocupado.

- ¿Qué ocurre? - Pregunto al ver su duda entre hablar o permanecer en silencio.

- No sé como decirte esto, Magnus. Sin embargo, quiero que lo tomes con toda la tranquilidad posible.

- Suéltalo de una vez. - Pido impaciente.

No necesito otra mala noticia, después de todo lo que hemos pasado no quiero lidiar con más problemas o aprietos.

- El ataque perpetuado por Aldous permitió una fuga de presos, hubo una redada en el calabozo del palacio.

- ¡No! No te atrevas a decirlo. - Ordeno, ansioso. Lo último que necesito es que esto suceda.

- Lo siento, Magnus, pero Gerald logró fugarse.

El mundo da vueltas a mi alrededor de manera frenética. Me costo tanto tiempo ubicarlo para perderlo tan deprisa.

- Hemos intentado hallarlo, rastreando las zonas próximas pero no hay huella de él.

- ¿En verdad crees que va estar en las zonas próximas? - Bramo enfurecido. - Debe estar muy lejos de Mirellfolw e incluso Lacrontte.

- No, no ha salido del reino. Una vez supimos la noticia, cerramos la frontera y es imposible que en tan corto tiempo haya llegado al límite de la nación para cruzarla.

Quisiera culparlos, en verdad quisiera pero no puedo hacerlo. Ellos no podían prever que los reclusos huirán y mucho menos podían descuidar su vida y el palacio por vigilar a los presos. Sin embargo...

- Son unos ineptos - Despotrico. - Más le vale a los guardias encargados del calabozo traerme a Gerald, de otra forma irán a la horca.

- No es su culpa. - Replica Puntresh.

- Siempre hay un culpable y está vez son ellos. Así que no discutas.

- ¿Cuánto tiempo tienen?

- Dos días. Solo 2.

- Eso es imposible, Magnus.

- ¿Crees que me importa? Su vida continúa o acaba en dos días. Depende de ellos.

- Tienes que recapacitar.

- Tengo una boda a la que asistir, así que no me molestes. Nos vemos mañana.

- ¿Vas a reunirte con él? - Cuestiona, refiriéndose a mis inusuales encuentros.

- Es mi objetivo principal. Así que no me esperes hasta la mañana.

Al llegar a Cristener me doy cuenta que es imposible asistir a la ceremonia. No quiero llamar la atención entrando a la iglesia cuando ya los novios vienen de salida, así que opto por ir directamente al palacio y esperar a todos para iniciar la recepción allí.

Mientras camino por los pasillos del palacio, veo a un derrotado Lorian hablar con una curiosa Emily. ¿Qué están haciendo aquí?
No sé qué sucede, pero a decir verdad jamás pensé verlos como amigos.

Cruzo por otra dirección para no toparme con ellos, lo último que necesito es que intenten incluirme en su conversación, pues estoy muy seguro que no hay ningún boda que celebrar. Este viaje fue una total pérdida de tiempo.

- Magnus, cariño. - Magda me sorprende a mi derecha.

- Reina Wifantere. - Saludo con toda la amabilidad que me es posible mostrar.

El corazón del Rey. [Rey 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora