Capitulo 6

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Nota: cualquier error de adaptación déjenlo en los comentarios 🥺💜


Naruto permaneció despierto durante horas. Las palabras de Daisuke le daban vueltas en la mente como una peonza que rehusaba detenerse y le suscitaban una miríada de preguntas. ¿Era eso lo que Sasuke había querido decir cuando se refirió al dolor que le había causado a su familia? ¿Que el pelinegro y Sakura estaban discutiendo por el el día del fatídico accidente? ¿Que toda la tragedia, tanto la de Sakura como la de Daisuke,, había sido culpa suya? En la oscuridad de la habitación se le escapó un pequeño sollozo. Pero... ¿por qué habría de sentirse el culpable? No era su culpa, pensó, sin encontrar ningún consuelo en su razonamiento. ¿Por qué había guardado Sasuke su fotografía? ¿Como recuerdo? ¿O había creído en el a pesar de todo lo que le habían dicho y aun después de casado todavía lo quería? La posibilidad de que así fuera lo llenó de una emoción incontenible. ¡Dios Santo! Si pudiera creer que él seguía... que no lo odiaba... Por un momento lo creyó posible, y una alegría enorme lo embargó.

Pero luego sus emociones se abrieron como un dique y la desesperanza lo llenó de amargura. Mikoto tenía razón. Tenía que irse, aunque sus motivos para hacerlo eran totalmente distintos a los de la madre de Sasuke.

La angustia le oprimía el corazón. Echó las sábanas hacia atrás y salió de la cama, envidiando a aquellos que podían hallar la solución en el alcohol o en los barbitúricos.

Podía aprovechar su insomnio y escribirle a Shikamaru, pensó, poniéndose una corta bata blanca sobre el camisón a juego.

Se sentó ante el escritorio de cedro en la habitación contigua. Había papel con encabezamiento, muy elegante con sus letras doradas, pero por algún motivo no quiso decirle a Shikamaru que estaba trabajando para Sasuke Uchiha.

Él sabía cuánto había sufrido después de su separación, aunque nunca le había dicho el motivo y él, como era un amigo de verdad, nunca se lo había preguntado. Así es que le escribió una nota en papel sencillo diciéndole que estaba trabajando fuera durante unas semanas, que se pondría en contacto con él cuando volviese. Escribió simplemente «Bermudas» en el encabezamiento al lado de la fecha. Cuando terminó, se sintió más despierto que nunca y miró las estanterías, pero nada le resultó interesante, por lo que decidió bajar a buscar un libro a la biblioteca.

La casa estaba silenciosa excepto por el somnoliento tic tac del reloj del vestíbulo y el tintinear de la cortina de cuentas que apartó con cuidado antes de bajar las escaleras descalzo.

La biblioteca se hallaba junto al despacho de Sasuke. Tanteó la puerta para encontrar el picaporte, ya que no se atrevió a encender la luz. Girándolo lentamente para no hacer ruido, lo sorprendió ver los estantes de cedro tenuemente iluminados y un suave grito involuntario escapó de su boca.

-Naruto - Sasuke se levantó del sillón que había junto a la chimenea.

-Perdón, no sabía... -su disculpa sonó trémula en el silencio de la habitación apenas iluminada.

-¿Qué no sabías, querido, que éramos dos los que no podíamos dormir? -Lo dijo con ironía, pero bajo la elegante ropa que llevaba desde la cena su cuerpo estaba tenso. Naruto se pasó la lengua por los secos labios en un gesto nervioso, se disculpó nuevamente e hizo ademán de marcharse. -No, no te vayas --la petición parecía más una orden-. Ven aquí conmigo. Quizás nos podamos acompañar y aliviar el insomnio juntos.

Sus ojos se detuvieron brevemente en la abertura de su bata. Sintió su caricia como una cálida brisa que súbitamente se carga de electricidad y dijo con voz quebrada:

-No creo que sea una buena idea.

Pero sus pies parecían clavados al suelo. Él dijo entonces:

The Wedding BetrayalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora