11. Nota Tramposa

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Max daba mil vueltas por su habitación, los minutos parecían eternos, las ideas dentro de su cabeza no lo dejaban descansar, miro sobre su escritorio los boletos del barco que los llevaría a América, tenia posibles compradores para la mayoría de sus propiedades en Londres, compraría mas en América y se desharía de ese estúpido Titulo que el nunca deseo, pero pensar en la decepción de su madre lo acongojaba, ella amaba tanto su país por eso siempre se negó a que pensara en una relación con alguna muchacha Americana 

Claro era su madre algún momento lo tendría que perdonar, pero no podía quedarse como la burla de Amelia, la haría pasar carencias, tristezas, todo tipo de sufrimiento hasta sentir que su honra estaba recuperada, el negocio se lo cedería a Fran de manera completa, con que cara le podría pedir un reembolso de su inversión si el era el primero que estaba faltando a su palabra, se miro al espejo de su cuarto y no pudo evitar mirar aquella cajonera al lado su cama parecía que el pañuelo que estaba  dentro gritaba su nombre  

Se acerco para tomarlo y pudo oler su perfume nuevamente, con el tiempo había desaparecido un poco, pero aun se encontraba ahí, no pudo evitar pensar en las palabras de su madre y sintió una opresión en su pecho, los celos lo carcomían, con Nicolás libre ellos podrían estar juntos, Camila y otro lo llenaban de enojo, pero Camila y Nicolás lo enfurecían, ese imbécil no se merecía esa fiera de tanto carácter, seria una hermosa Duquesa claro de eso no cabía duda, pero ella no podía ser de Nicolás, salió de su recamara, sabia lo que tenia que hacer y lo tenia que hacer antes de que se arrepintiera  

La boda se realizaría al medio día, pero debido a la magnitud del evento, todos estaban preparando desde temprano, la indicaciones de la Marquesa era que su hija tenía que quedar deslumbrante, su madre tenía un gusto maravilloso el vestido quedo esplendido pero era demasiado llamativo, todos tomaros el carruaje rumbo a la iglesia donde se realizará la boda, el novio estaba esperando al pie del altar, mientras los invitados tomaban asiento, la novia debería llegar en cualquier momento

Camila miro a Nicolás parecía el novio perfecto pero ella moría de nervios de lo que pudiera ocurrir, los minutos pasaron cuando se es escucho la puerta de la iglesia con la marcha nupcial, todos volvieron la mirada y se encontraba la novia del brazo de su padre a un paso más que forzado, solo ella de entre todos los invitados estaba sorprendida de verla caminando al altar, conocía sabia que había estado llorando y por un minuto sintió un ligero dolor en el pecho 

La ceremonia dio inicio de manera tranquila, las puertas de la iglesia se cerraron, Nicolás estaba ahí, sereno con una sonrisa en su rostro, los invitados estaban sorprendidos por la lujosa iglesia, se hizo el intercambio de votos, Camila se sintió un poco mal por Nicolás pero tuvo por un momento la esperanza al ver la sonrisa en su rostro, el Obispo se estaba esmerando por ser amigo de la familia del novio, cuando llegaron las palabras que en algún momento sabíamos que pasarían

— Si alguien se opone a esta unión que hable ahora o que calle para siempre — Solo fueron unos segundos cuando de repente Max estaba entrando por la puerta haciendo un gran estruendo Camila se tensó de inmediato pues varios se percataron del hecho y volvieron la mirada a esa enorme puerta de madera pero todos los invitados estaban atentos a lo que sucedía 

El Duque dudo mucho antes de entrar a la iglesia pero decidió hacerlo, no era un cobarde, pero tampoco sería su juguete, ella se había acostado con el, le había prometido amor eterno sabiendo que no podría cumplirlo  su informante fue muy detallado en su reporte, pensó en darle una lección, exhibirla frente a toda la sociedad, llevársela para hacerla pasar una vida miserable, llena de carencias  pero al final opto por algo mejor, le rompió el corazón lo vio cuando entre a la iglesia, acabo con sus ilusiones y ahora podría volver a empezar sabiendo que se habia desecho de aquella maldita Arpia

EL DUQUE AMERICANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora