(2) The Wall Between US (Adrinette) +18

*.◦ °◦✯◦°◦ Capítulo 33 ◦ °◦✯◦°◦.*

—Hey chicos. Pensé que querrían hacer algo, así que les traje golosinas y juegos para pasar el tiempo.

—Yeeeah~—Adrien canturreó feliz y giró su atención a una pila de cosas que Tikki había dejado en el piso.

—¿Está bien que estés caminando? —preguntó la guardia pelirroja un tanto preocupada.

—No, no debería. —Los cinco dijeron al unísono.

Marinette podía sentir la mirada de la guardia, debido a cómo estaba vestida, quizá curiosa por saber por qué estaba con esa ropa de enfermera, pero afortunadamente Tikki no preguntó.

—Oh, cállate. Han pasado dos semanas, contando con el tiempo que estuve descansando y recuperándome de lo lindo durante mi coma. Puedo caminar si quiero. Como sea, ¿le has llevado algo a Plagg? —Adrien no pudo evitar molestarla haciendo que Tikki lo mirara rápido antes de bajar la cabeza para esconder un sonrojo.

—No. Definitivamente no. —Respondió la pelirroja. —No ha hecho nada para que lo merezca... —agregó la guardia mientras salía.

—¡Bueno gracias! Adiós, Tikki~—Kim ondeó la mano, despidiendo a la guardia, que de hecho se había vuelto un senior para ellos, aun cuando no pertenecía a su círculo.

—¿Nos trajo Sudokus? —Adrien hizo un gesto mientras rebuscaba entre la pila de cosas. —¿Y cuestionarios?

—¡Hey, Monopoly! ¿Quién quiere jugar? —dijo Kim, alzando el juego, pero siendo recibido por muchas miradas serias.

—Oye amor, ven aquí. —Adrien la llamó y Marinette dudó antes de caminar. —¿Qué quieres hacer hermosa?

—Quiero que te recuestes y descanses. —Dijo y Adrien la miró socarronamente.

—Solo si empiezas a llamarme Gatito otra vez~. —Contestó y Marinette lo miró seria.

Adrien se sintió emocionado, esa mirada hacia que sus piernas temblaran. Marinette no lo había mirado así desde que habían empezado a estar juntos, solo lo hizo antes de que se entregara como bunny toy y cuando paso lo de los senior a causa de estar muy, muy enfadada con él.

—Por favor, Gatito. Regresa a la cama. —Marinette se rindió y pidió.

—Si me lo pides así, es difícil no complacerte. —Adrien sonrió y dejó que Marinette lo ayudara a regresar a su cama.

—¡Oye Chat! ¡No empieces! —advirtió Alya.

—Sí, sí... —Adrien hizo caso omiso.

—Resuelve esto, hermano. —dijo Nino, lanzándole un libro de...

—¿Sudokus? —se quejó, tomando el libro que le había caído en la cara. —¡Desearía que hubiera una forma de mejorar!

El resto de la banda aprovechó la oportunidad para escapar del mal humor de Marinette, mientras ella siguió ayudando a Adrien a encontrar una mejor posición.

—Amor, no te veas deprimida. —dijo Adrien, tomando el mentón de Marinette para mirarla a los ojos. —Posiblemente no podrías haber hecho algo para ganarme, aprecio tu preocupación. Fue adorable. Eres muy linda.

Marinette no contestó, dejó que Adrien recorriera sus labios con los dedos.

—No te preocupes tanto por mí, princesa.

«Le diría la verdad a Marinette cuando estuviera seguro que ella no intentaría dejarlo... »

—No seré nada más que solo tu bunny toy. —Marinette respondió, yendo a sentarse a la pared del lado opuesto de la celda.