Líricos de un adolescente deprimido

Prisoner of my demons

Me 30.05.2020

Cautivo en un infinito
que no puedo quebrantar.

Éste arrastra consigo tornados
que luego del derrumbe
sólo dejan zozobra y desolación
al alma en penas que llevo encarnado.

Cansado de vivir (.)
con relámpagos.
Perpetuando mis sueños.
Exprimiendo mi cabeza. 

No hay nada a mi alcance
para lograr ese cambio
que todas las noches imploro a gritos. 

Pero es que mi voz se desgarró
por rogar clemencia a ese cielo nublado.
Sólo me he quedado con el alma marchita
 y el corazón hecho trizas
por aferrarme a ese anhelo que no puedo poseer.

Pero puse todo en juego
para hacer lo imposible. 
Apagar las mil y un tormentas. 

Mis puños sangran
de tanto luchar
con estas cuatro paredes
que me asfixian.

Porque en cada rincón resuenan las mismas voces
implantando tautologías en mi cerebro
para que acabe con todo. 

Y temo por ello, 
porque puedo cargar las balas 
y apuntar a mi cabeza, 
pero no tengo el valor de tirar del gatillo.

No encuentro la manera de escapar
de este laberinto infernal.
Cuando tuve la oportunidad,
no la tomé por los efectos de la manía.

Se adentró en mí
luego de un intento fallido
de engañar al diablo y buscar una ruta directa.

Y soy el único responsable
de encontrarme en llamas.
Sólo buscaba un poco de calidez
al dejar que la corriente se haga uno
conmigo. 

Qué idiota.
Si tan sólo lo hubiese previsto.

Acabé siendo prisionero
de todo demonio que busca calcinarme en vida.