Encuentro

🗡️Asesino Final🗡️

- En verdad o era necesario hacer esto Zhan.- Eider estaba avergonzado.

- No hay problema.- Zhan sonrió.- Dije que te cuidaría y así será.

- Puedo quedarme en mi departamento, debo...debo aprender a vivir con mi condición.

- Eso es cierto, pero mientras tanto te quedaras aquí.- Zhan se sento a su lado.- Prepare la que será tu habitación, no dudes en pedirme lo que necesitas, una enfermera vendrá a cuidar de ti cuando yo no esté, Oswald y Yibo también vendrán, no vas a estar solo.

- Zhan...- Se mordió el labio.- ¿Yibo...me odia?...

- ¿Odiarte?

- A pesar de todo...ese hombre es su hermano...y yo...

- Lo hiciste bien.- Zhan le dio ánimos.- Yibo no te odia...te diré un secreto pero no puedes decirle nada.

- ¿Qué?

- En realidad...Yibo esta avergonzado, se siente mal...ya que su hermano te lastimó...en estos momentos no la está pasando bien, se ha enterado de muchas cosas y debe manejarlas, pero Yibo nunca te ha odiado, ni lo hará...

- Yo...yo tampoco lo creí capaz...- Eider derramó lágrimas.- Y pensar que el era uno de los que tanto admiraba...

- No pensemos más en ello ¿De acuerdo?.- Zhan lo ayudó a levantarse y lo dirigió hacia su habitación.- Ahora descansa, te prepararé la cena...- Sonrió.- ¿Qué quieres comer?

- No importa.- Eider sonrió.- Zhan...

- ¿Si?

- Gracias...

- No es necesario que agradezcas...descansa.- Una vez que Zhan salió la sonrisa de Eider se borro.

- Dijiste que no le harias nada.

- Asi es...- Se recostó en la cama.- No lo hare.

- Entonces porque viniste ¿Por que no nos fuimos a nuestro departamento?

- Porque quiero que veas.

- ¿Ver que?

- Como ellos se burlan de ti en tu cara.

- No quiero.

- Debes hacerlo, quizas asi entenderas de una vez por todas, además...- Sonrió e hizo una pausa.

- ¿Que?

- ¿Crees que mis planes terminaron?

- En verdad ¿Que pretendes?

- ¿De que vale saberlo si de todas formas no puedes hacer nada?

Eider veía hacia la nada mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa de satisfacción, pensando en las mil y una maneras de hacer sufrir a aquellos que lo rodeaban, incluyendo a aquella parte de el la cual no se doblegaba y se volvía cada vez más insoportable.

Según los expertos en la materia el trastorno de personalidad disociativa puede presentarse de dos maneras, forma de posesión y forma de no posesión.

En la forma de posesión, las diferentes identidades de la persona aparecen como si se tratara de un agentes externos que habían tomado el control de la persona. Este agente externo puede describirse como un ser o espíritu sobrenatural (a menudo un demonio o dios, que puede exigir castigo por acciones pasadas) pero a veces es otra persona (a menudo alguien que ha muerto, a veces de manera dramática). En todos los casos, las personas hablan y actúan de manera muy diferente a la que lo hacen normalmente. De este modo, las diferentes identidades son obvias para las demás personas. En muchas culturas, estados de posesión similares son una parte normal de la cultura o la religión locales y no se consideran un trastorno. Por el contrario, en el trastorno de identidad disociativo, la identidad alternativa no es deseada, provoca una angustia y un deterioro importantes y aparece en momentos y lugares que no son apropiados para la situación social, la cultura y/o la religión de la persona.