20. Let's Hurt Tonight

4.3K 499 279
                                    

Aviso: este capítulo estará dividido en dos partes... Ya verán porqué

0:37 “Oh, sé que este amor es dolor, pero no podemos sacarlo de nuestras venas, no. Así que yo apagaré las luces, y tú cierra las puertas. No saldremos de esta habitación hasta que ambos sintamos más” —One Republic.


NEAL

Ashley y yo nos quedamos en el karaoke hasta que somos los únicos que quedan. Temo que el restaurante va a cerrar y nos echarán, así que disfrutamos de los últimos momentos de nuestra cita cantando y bailando para un público invisible. Sus caderas se mueven al ritmo del sonido de la guitarra, y la atraigo hacia mi pecho.
Ella me deja, raspando sus uñas por la tela de mi camisa y poniéndome duro al ver sus ojos color cielo brillando de emoción. Ignorando el cosquilleo en mis dedos y el deseo palpitante de cierta parte de mi cuerpo, me pongo al ras de sus pechos y acerco mi boca al micrófono para cantar la última estrofa.

Estamos jadeando y riendo mientras nos acostamos en la tarima, Ash se gira y se eleva un poco, con la ayuda de su codo.

—Siempre tuve curiosidad de algo —dice—, ¿dónde aprendiste a cantar así?

Suspiro.

—Tomé clases de canto cuando era pequeño debido a que tartamudeaba, una de mis vecinas, la que nos cuidaba a mí y a Levi, estuvo en una banda de rock hace años. Ella me enseñó no solo a combatir mi miedo y mi problema al hablar, sino que vio algo en mí que nadie más vió.

—¿Tartamudeabas?

—Mucho. En realidad, no podía decir más de una frase sin trabarme algunas veces. Me sacaba de quicio, y solo se ponía peor cuando mamá llegaba a casa, exigiendo un dinero que no teníamos...

Sus dedos se cierran en torno a los míos, y le doy un apretón.

—Apuesto a que eras el niño más adorable del mundo.

—Si tu definición de adorable es niño problema, seguro que lo era.

—Está bien lanzar algunos puños al mundo, ya sabes, enojarnos por lo injusto que puede ser a veces.

—Aunque sea injusto, no veo cómo enojarme sirve de algo.

—Te impulsa —hace una pausa—. Solo debes saber usarla, la rabia, para cambiar las cosas o, por el contrario, hundirte más en ellas.

La miro con expresión calmada.

—¿Y qué crees que elegí? —le pregunto.

—Creo que elegiste ser mejor que tu pasado, vivir de nuevo, por Levi. Por ti.

Esta chica, niego con la cabeza, si las cosas fueran distintas, habría ido por esta chica hace mucho tiempo. Pero no, no voy a pensar lo que podría y no podría haber hecho antes de este momento. Ahora mismo, somos solo ella y yo. Nadie más.

Acuno su rostro con mi mano libre y la beso antes de que tenga tiempo de reaccionar. Hace un sonido entrecortado, un gemido sin aliento que envía una chispa de lujuria a mi sistema. Mi lengua se enreda con la suya, y le enseño como hacerlas bailar juntas hasta que ambos necesitamos separarnos para tomar aire.

Tres canciones para Ash ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora