○●Capítulo 1●○

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Había llegado el dia, por fin volvería a ver a sus padres y a su hermano. Los había echado mucho de menos, pero en ese momento estaba ahí, saliendo del avión con una mochila grande en la espalda, sus cascos puestos y su móvil en la mano.

Hacía calor, tendría que comprarse ropa nueva. No estaba acostumbrada a ese calor, pues en los 7 años que llevaba en Moscú no había un día en el que no tuviese que llevar su chaqueta puesta.

Bajó las escaleras del avión y entró al aeropuerto para coger su maleta mientras seguía escuhando su música.

- ¡Rin! ¡Rin! - gritó un grupo de chicas rodeándola.

- ¡Ohayo! - dijo ella con una gran sonrisa en la cara - ¿cómo estáis todas?

- ¿Has venido a Japón para quedarte o volverás a Moscú? ¿Qué pasará con tus competiciones? ¿Ocurrió algo con él? ¿Te encuentras bien? - y ahí estaban las preguntas de siempre. Ella amaba a sus fans con todo su corazón, pero odiaba que la agobiasen tanto con tantas preguntas.

- Lo cierto es que tengo un nuevo proyecto en mente, pero es secreto. No lo sabe ni siquiera mi entrenador, así que... ¿me guardaríais el secreto, por favor? - respondió ella guiñándoles el ojo.

Las fans aceptaron, con la condición de poder sacarse una foto con su ídolo, la cual ella aceptó sin quejas. Después salió del aeropuerto ya con su maleta en la mano y con un peluche de un gato entre sus brazos.

Allí estaban ellos: su madre, su padre y su hermano mayor con una gran pancarta de bienvenida:

"☆Bienvenida a casa, Gata de las Nieves☆"

Ella fue corriendo hacia ellos y soltó la maleta en cuanto estuvo a su lado. Inmediatamente saltó sobre su hermano:

- ¡¡¡Ivanovska!!! - gritó la chica con alegría.

- ¡¡¡Rinaaa!!! - respondió el chico abrazándola.

Su madre estaba llorando de la emoción y su padre estaba súper contento de volver a ver a su pequeña, que ya no era tan pequeña de vuelta con ellos.
Rin se levantó de sobre su hermano y abrazó a sus padres.

- Os he echado de menos, mamá, papá. - volvía a sentir esa calidez. Ese abrazo. Le traía buenos recuerdos.

- Y nosotros a ti, pequeña - dijo su madre aún sollozando.

Después de ese maravilloso recibimiento tomaron el coche y fueron hacia el que sería su hogar de nuevo.

Cuando entraron todo seguía igual. Tal y como ella lo recordaba. Empezó a llorar de la emoción.

- Estoy en casa - susurró.

- Ivan, cielo, acompaña a tu hermana a su habitación. Nosotros iremos a preparar algo de comer. Estarás hambrienta, ¿no, pequeñaja?

La chica asintió riendo y cogió a su hermano del brazo y casi arrastrándolo, subieron las escaleras de la casa y llegaron a la planta de arriba. Su hermano no paraba de reírse ante la emoción de su hermana, ya que se había olvidado de su maleta. Maleta que el chico había agarrado para subir

- Sigue en el mismo sitio, Rin. Ya te sabes el camino - dijo sonriendo, pasandole la maleta a la chica.

Ella avanzó feliz por el pasillo hasta encontrarse delante de la que era la puerta de su habitación. Se extrañó al llegar, pues la puerta estaba cerrada, mientras que la de su hermano, que estaba enfrente, estaba abierta.

- ¿Por qué...? - Ivan la interrumpió.

- Abre, ya verás - dijo incitándola a abrir esa puerta con un cartel con su nombre en ella "Rin".

Tocó el pomo de la puerta y lo giró lentamente hasta que la puerta se abrió.

- Adelante, princesita. Espero que te guste como lo hemos dejado.

La chica entró y sus ojos se iluminaron. Habían pintado las paredes, cambiado los muebles y la habían decorado de la forma perfecta, fotos, luces, mantas y hasta un peluche de un gatito; al fin y al cabo, ella era la "Gata de las Nieves". Sus medallas estan colgadas en la pared y hasta había un ramo de rosas blancas en un vaso con agua

- ¡¡¡Me encanta, oni-chan!!! - dijo la chica.

- Disfrútala hasta que llegue Gala y lo llene todo de pelo - dijo el chico abrazando a su hermana mientras reía.

Ella lo miró con mala cara hasta que empezó a reír a más no poder. No estaba equivocado, su casa de Moscú estaba llena de pelo por las dos gatas que vivían con ella. Gala era su gatita. Se la había regalado una persona muy importante para ella cuando cumplió 10 años.
No había podido traerla en su vuelo, pero la mandarían en un envío especial en una semana, así ella podría acomodarse a su hogar por un tiempo y acostumbrarse de nuevo a la zona antes de tener que volver a cuidar al animalito.

Sus padres al fin les llamaron para comer, así que, una vez estuvieron todos en la mesa, empezaron a hablar del viaje de la joven, que aún seguía muy emocionada por estar allí.

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En revisión. Si veís algún fallo ortográfico, avisadme, por favor.

Esta en mi primera historia Haikyuu x tú, así que espero que os guste mucho.

No sé cada cuanto tiempo publicaré, ya que con los estudios se me está haciendo difícil conectarme a escribir, pero intentaré hacer la historia lo mejor posible.

- ⭐Rin⭐

Yuri on Ice! x OC x Haikyuu!! [¿Una Nueva Gata En La Cancha?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora