14

1K 153 59
                                    

Incómodo. Así estaban algunos en la sala de Wooyoung, nadie hablaba ni comentaba nada. El lugar era acogedor, las paredes tienen un color neutro y los sofás son cómodos, además tenían comida que el menor hizo frente a ellos, pero aún así no evitaban la tensión que hay en el aire.

–¿Cómo les fue en el viaje?.–el menor estaba nervioso. Se golpeó mentalmente por tan estupida pregunta, todos se veían cansados y con unas ojeras notorias.

–¿Quién es este estupido?.– preguntó el peliazul mirando con enojo a Wooyoung.

–Cierra la puta boca.– ordenó el mayor. Aún sin usar su poder un escalofrío recorrió al menor.– Perdonalo, Woo, actúa así desde que lo conocimos de esta forma.

–Y empeoró desde que aprendió a usar los poderes.– terminó su pareja, como siempre conectados. –Bebé, ¿tienes té de manzanilla o de hierbas?, siento que me dará algo.

Wooyoung asintió rápidamente y se dirigió a su cocina colocando agua a hervir y buscando té de manzanilla, y volviendo a la sala en lo que se calienta el agua.

–No tomaron mi mejor ángulo.–se quejó el alto viendo las noticias en el plasma que tenía el menor.

–Tu cara es fea, no es culpa de la cámara.–comentó Jongho, recibiendo una mala mirada por parte del pelirrosa.

–Al parecer las cosas no están bien.–rió bajo cuando recibió un asentimiento del mayor. Su mirada se desvió al pelinegro que estaba en la otra esquina de la habitación, manteniéndose al margen viendo por la ventana.

Wooyoung lo veía igual de sexy que hace unos años, quizás hasta más. La camisa que llevaba le acentuaba tan bien a los ojos del menor, junto con esos pantalones que se pegaban a sus piernas. Si no estuvieran los demás dejaría caer toda la baba que se tragaba.

En definitiva se arrepintió de hacerle caso a su familia.

–Tu departamento es muy grande.– Yunho lo sacó de sus pensamientos en cuanto lo vió explorar casi todo el lugar.–Uh, encontré al idiota.–se escuchó desde su cuarto, salió después de un rato volviendo a la sala.– ¿Vives solo?.

–No, vivo con un amigo de la universidad.–respondió con una sonrisa, que se borró cuando escuchó al pelinegro reír.– ¿Qué es lo gracioso?.

–Oh, nada.–por primera vez miró al menor, mostrando sus tiernos hoyuelos.–Solo...recordé algo.

–Quiero cagar.–comentó el peliazul llamando la atención de todos.

San y Yunho trataron de contener su risa, mientras que Jongho solo estalló en carcajadas, Yeosang se levantó para pedirle el té a Wooyoung, quien estaba en piedra por escuchar el vocabulario que usó su mayor, y Seonghwa solo trataba de aguantar el comportamiento infantil que tenía el menor.

–No uses esas palabras, Hongjoong.–pidió el peligris masajeando sus sienes.

–Oh, perdón, su majestad.– habló exageradamente, haciendo que los otros tres no dejaran de reír.– Quisiera ir al trono a defecar las heces que salen por mi ano.

Y nuevamente estallaron en risas, incluyendo a Wooyoung que estaba escuchando hablar al mayor desde la cocina.

–Su alteza, el trono real es por allí.– le indicó el menor, mientras acariciaba la espalda de Yeosang quien tomaba tranquilo su té.

–Muchas gracias, sabio plebeyo.– se levantó e ignorando la presencia del mayor junto con su mala mirada entró al baño, en el cual se escuchó que puso pestillo.

–No lo aguanto.–el mayor cerró los ojos. Se sintió tranquilo y sin peso en cuanto el de baja estatura se fue.

Yunho agradeció que el mayor cerrara los ojos, así podría ver todo lo que quisiera al rubio sin que le dijera algo. Jongho comía de las galletas que habían en la mesa, prefería ignorar cualquier mirada del mayor dirigida a Yeosang. Este último parecía estar viendo la televisión, cambiando de canal hasta encontrar uno que llame su atención.

Los Elegidos II [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora