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El rubio empezó a trabajar desde casa como asesor de revistas pequeñas, le iba bien.

— Me voy, hoy tengo el examen final del semestre— Dijo con una pequeña sonrisa posando su mano sobre la del rubio.

— Está bien Craig, tu puedes— Ánimo este sonriendo ligeramente para luego volver a su expresión vacía.

El ojiazul lo noto, pero no dijo nada, no estaba en el derecho.

— Bien entonces, nos vemos luego— Se despidió desde fuera.

Tweek no respondió, solo abrió la puerta del baño y desapareció en este.

Prendió las luces y se observó en el espejo, su cuerpo estaba delgado, y su mirada ojerosa, triste como un muerto.

Necesitaba hacer algo, su relación se iba a pique.

Su vida se iba a pique.

Llevaba meses llorando, viviendo del pasado, negando el presente y sonriéndole a su novio.
Cuidandolo, buscando su cariño de algún modo.

Acaso eso no le había traído más dolor?

Tenía veinte, y estaba atado a alguien que no tenía el mínimo interés de parar o dejarlo ir.

— Que estoy haciendo conmigo?— Dijo en un susurro con la voz quebrada.

Esta ya no podía ser su vida, necesitaba hacer algo.
Algo que no quería aceptar.

— Yo me esforze mucho— Lloraba en el suelo del bañó— Yo siempre lo cuide, siempre lo quise y lo sigo queriendo.

Sus llantos de tornaron amargos, como una queja al universo.

— Necesito —Dijo cansado, haciendo una pausa.

Tweek sabe lo que necesita.

— Necesito irme de aquí— Sus lagrimas volvieron a florecer mucho más que antes.

Esa tarde el rubio lloro más que todos los días, pero también esa tarde empacó sus cosas.

— Si, a las nueve estaré en la estación, porfavor no tardes— Dijo antes de escuchar la puerta— Dile a mamá que la quiero.

Colgó, y apareció Craig con una pequeña bolsa de regalo en sus manos.

— Hola bebé— Craig se acercó dudoso a besar su mejilla— Traje pastel.

El más pequeño no dijo nada, de sus ojos empezaron a caer lágrimas , el azabache al verlo retrocedio e hizo igual que este.

— Perdón, no tienes que comerlo si no quieres— Dijo con la voz apagada.

— No, está bien, comamos— El más alto sonrió ligeramente.

Al cabo de unos minutos ambos tenían platos con sus respectivas porciones de pastel.

— Y como te fue?— Adelanto en preguntar Tweek dándole una mordida a su pastel.

— Creo que estuvo bien, los resultados se publicarán la semana que viene— Respondió.

Ambos iniciaron una pequeña conversación tranquila, despues de tanto tiempo sin hablar calmados, el azabache sintió algo cálido en el.

— Hey, compré algunos videojuegos— Su nerviosismo por la culpa apareció de nuevo— Me preguntaba . . Si quedrias jugar conmigo, solo si no estás ocupado o si quieres— Aclaro.

El blondo regreso a su mirada melancólica y se levantó de la mesa para abrazar a su novio, este le correspondío sin decir nada.

— Craig— Llamo en un susurro el mas pequeño, sin despegar la cabeza de su cuello.

— Si cariño?— Respondió pegandolo más a este.

— Porque sigues conmigo?— Pregunto.

Antes de irse, quería saber el motivo, queria entender el porque le hacía tanto daño.

El ojiazul se quedó callado por unos minutos, su respiración entrecortada se podía sentir.

— Te amo— Respondió sencillamente— No puedo dejarte, no puedo imaginarme sin ti, sin tus besos, sin tu calor cuando me abrazas— Se aferró más al blondo.

— Tambien te amo— Respondió acariciando sus cabellos— Pero tengo que entender que esto me hace daño.

Todo se quedó congelado, de nuevo.

Tweek intento separarse pero Craig no lo soltaba.

— Que quieres decir?— Pregunto con la voz temblorosa.

— Quiero que te cuides, que hagas cosas que te hagan feliz de verdad— Dijo el rubio separándose del ojiazul, quien parecia haber chocado contra la realidad.

— TU ME HACES FELIZ DE VERDAD— Grito, levantándose en dirección al rubio.

— No— Dijo el contrario serio— No te hago feliz, tu tampoco me haces feliz, todo el tiempo que pasó contigo estoy triste y cuando no estoy llorando, todo el tiempo me culpo por algo de lo que ni si quiera tengo la culpa, y estoy harto, odio esto.- Escupió sus palabras con irá y dolor.- Regresaré con mis padres Craig.

Otro silencio.

— Ya no saldré, jamás, no volveré a salir— dijo desesperado el azabache.

— Eso fue algo que debiste pensar antes.

El rubio entro a su habitación para coger su maletín y salir con este.

— Tweek— El azabache cayó de rodillas al suelo— Porfavor no me dejes.

El ojiverde no pudo evitarlo, y se arrodilló para abrazarlo, y darle un pequeño beso en lo labios

— Siempre voy a quererte— Sonrió sobre su boca con los ojos acuosos— Siempre serás Craig Tucker, mi mejor amigo y novio, pero no quiero volver a verte.

Ambos quedaron abrazándose en el suelo.

— Tweek— Lloro el ojiazul en voz alta— No te vayas, porfavor.

— Adiós cariño— Dió otros pequeños besos sobre su boca, besos que Craig quiso intensificar, pero el rubio se separó.

Se levantó, cogio su maleta pero antes de salir le dijo a Craig que sea feliz.
















— Tweek, no te vayas.

Perdón por no quererte como tú lo haces

Angel Lost [ creek ]Where stories live. Discover now