Forelsket • Spy x Family

"Stella"

NOTAS: OOC | OUT OF CHARACTER.
TIMESKIP! Anya y Damian tienen 16.
Referencias al capítulo 39 del manga.
Algunas referencias a OS anteriores que no afectan en nada en la trama porque son independientes de algún modo u otro.

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Damian Desmond llevaba ya bastante tiempo posando la mirada en ella.

Creyó que en el momento de la revelación, aclarar sus sentimientos, lo mantendría calmado y en una embriagante paz al no estar confundido. Grave e iluso error, pues ya consciente de sus sentimientos hacia la de cabellos rosas pareció cavar su propia tumba.

Bien, que Anya era guapa. La adolescencia le brindó una excelente belleza casi envidiable para sus compañeras ¿O era su imaginación que la idolatraba demasiado sin querer? Sin embargo, seguía igual de infantil que de pequeña. Y le gustaba esa inocencia mezclada con una singular perspicacia; esa actitud positiva y energizante, jovial.

Esa actitud que mantenía aún pese a contrastar con varios en la Academia Edén e incluso con los académicos imperiales. Su ánimo le contagiaba cuando asistían a las juntas semanales que, a pesar de que en un principio parecían interesantes y propias para su estatus social, al tener a su lado a Anya dio cuenta de la hipocresía y superficialidad de sus asistentes salvo por Folger.

Anya no se molestaba en fingir lo que no era, pero tampoco permitía ser pasada a llevar. Pese a que en un principio admitió el terror que conllevaba la presión elitista de las juntas, con Desmond le brindaba una seguridad curiosa. Y sí, Damian admiraba en demasía la actitud que llegaba a presentar Anya si quería ser tomada en serio; se le era atractivo a su vista.

Sin embargo, cuando Becky logró conseguir las ocho stellas para ingresar a la élite estudiantil pareció que toda la cercanía que había construido con Anya se vio perturbaba por Blackwell.
Sí, se hablaban en horarios normales pero no era demasiado, principalmente por los amigos de cada uno. Eso, y porque Damian quería mantener una distancia que olvidaba a la hora de estar con los académicos.

Anya solía estar a su lado haciendo chistes sobre las costumbres del alumnado; miraba con suficiencia a los demás cuando parecían querer pisotearla y ambos tendían a entrometerse en las charlas del contrario cuando alguien parecía querer avergonzarlos con algún desliz.

En síntesis, surgió una extraña complicidad entre ambos que parecía casi un chiste cuando apenas se hablaban en clases.

Y todo se derrumbó cuando la de cabellera negra ingresó a los imperiales.

Becky no lo hacía con mala intención, pero era claro que no soportaba lidiar con mocosos; Anya lo sabía y aunque extrañaba estar al lado de Desmond no podía alejar a su mejor amiga.
Aún así, poco a poco Becky comenzó a notar el decaimiento de ánimo en su amiga, y las miradas efímeras del segundo hijo de los Desmond sobre ella. No era tonta, así que inmediatamente supo qué ocurría.

—Te gusta —le increpó sin rodeos. Damian pareció atragantarse con su almuerzo mientras Anya habría ido a buscar algo para beber, por lo que Blackwell aprovechó—. Le miras con nostalgia, ¿Crees que no me doy cuenta?

—¿Acaso te dedicas a observar antes de estudiar? No te confundas...

—Creo que esa descripción aplica en ti, Desmond. Has bajado las calificaciones ligeramente. Son un desliz pequeño, pero notorio.

—¿Y qué con eso? Es mi problema, no el tuyo.

—Será mejor que le digas —se apresuró en cortarle, antes de que la chica en cuestión volviese—. Últimamente hay un chico de un grado mayor que le ha puesto el ojo encima, creo que es el hijo de un ministro... Se ha acercado bastante estas semanas en las reuniones, ¿No es así?