Forelsket • Spy x Family

"Acciones antes de palabras"

Anya, a sorpresa de todos los alumnos de la casa Cecile acabó siendo la primera Académica Imperial, con una diferencia por una estrella con Desmond, el cual a este último no le hizo mucha gracia.
El solo hecho de que Becky le recordara a Damian que aún no conseguía una stella mantuvo a Damian irritado por un mes completo, ¿En qué falló y porqué ella le había superado, una ciudadana de segunda clase? ¿Habría sido sus buenas acciones que le valieron para ganarse todas las stellas necesarias?  Lo único malo en ello, residía en que Anya ya había acumulado en contraparte seis tronitus a lo largo de los años; por su parte habría mantenido una conducta prolija. ¿Entonces, qué le faltaba? ¿Habría alguien tras de esto que habría manipulado las stellas de Anya? 
Recordó una vez cuando pequeño en que ayudó a la de cabellos rosas a estudiar para exámenes de mediados de curso, en donde creyó que su buena acción valdría un mérito pero no consiguió nada por ello, sino que una amistad forzada en donde Becky fue la intermediaria. 

Vale, a lo largo de los años debería agradecerle porque le valió para un acercamiento a Folger, pero seguía siendo hostil ante ella porque era una distracción a sus metas.

Aunque, ¿Realmente sus objetivos estaban dando resultados? Desde que Lloyd Folger se presentó ante su padre aquella vez y pidió disculpas por el accionar de Anya creyó que él al menos mostraría mayor interés en él.

No sucedió.

Tampoco es como si fueran cercanos, ni que se hayan alejado, pero las ilusiones que tenía ante esa idea poco a poco se desvanecieron convirtiéndose en la nada.
Al final del día, Damian cumplía con las órdenes que se le dieron de no manchar su apellido ni reputación y solo con eso le bastaba para que al menos su padre no se sintiera decepcionado de él.

Mientras todos los chicos miraban con asombro a la niña de cabellos rosas por ser la primera de la casa en conseguir las stellas, otros, como él, Emile y Ewen, estaban apartados sin darle atención a la chiquilla.

—No se desanime, lord Damian, la próxima semana usted será parte de los Académicos Imperiales. Espere a los resultados del examen y ya verá —animó Ewen, pero parecía que Desmond realmente estaba más inmerso en aquella introspección antes de siquiera prestar atención a los demás.

Fue entonces que la voz antipática de Blackwell le sacó de sus pensamientos apenas comentó la ineficiencia de Damian.

A pesar de los doce años de edad, los comentarios de los aún niños podían llegar a herir, pero para Desmond apenas era un comentario malintencionado para subirle aún más el ego a Anya.

—Realmente creo que se lo merece —reconoció por primera vez Damian, mirándola fijamente—. Después de todo, se ha esforzado, al igual que todos. No es algo increíble. Además, considerando de dónde viene es obvio que debe demostrar su compromiso estudiantil — explicó.

Folger, luego de salir del grupo de pre pubertos, se les unió, con curiosidad.

—Segundo, tú eres un Desmond, ¿No eres tú quién debe demostrar de dónde es? —sugirió Anya con inocencia, haciendo reír a Becky al mismo instante en que Damian arrugó la frente y la nariz incapaz de contener su malestar. Y eso que, había sido lo más amable posible en sus palabras.

—¡Tú...! —le señaló con el índice, avergonzado—. Solo ten cuidado con los Imperiales —susurró al final con un suspiro. Nada ganaba con discutir con Anya, pues era un caso perdido. ¿No que las mujeres maduraban antes, en estas edades? ¡Anya aún parecía una niña y eso que se uniría esa misma tarde con el grupo élite de la escuela Edén!

Becky le dio la razón, llevándose a la de cabellera rosa para comenzar con la preparación mental de lo que sería uno de los momentos más críticos de la operación Strixx.