La Declaración Honesta

623 50 4
                                    

El rostro de Ash de un momento a otro empieza a hacer gestos de incomodidad mientras de a poco abría los ojos. El cansancio del día no se había ido del todo, pero una siesta había sido suficiente para recuperar algo de energía. Sin moverse mucho lo primero que ve es la espalda de una persona de cabello azul que se encontraba sentada en el piso. Al llevarse una mano al rostro para frotarse los ojos, la persona voltea, acomodándose para cruzar sus miradas. Aunque en su mente ya había reconocido a su compañera de casa, mientras se frotaba un ojo con el nudillo de su dedo, con el otro observaba vagamente el gesto emocionalmente cansado de su amiga, quien esbozaba una débil sonrisa hacia él.

"Hola, ¿cómo dormiste?" preguntaba Miette.

"Hola, un poco incómodo, pero bien, ¿qué hora es?" dice Ash.

"Alrededor de las 9 de la noche"

Tras sentir menos cansancio en los ojos, Ash se deja de frotar el ojo y se sienta en el sofá junto a ella para luego bajar al piso y estar a su altura.

"Llegaste temprano hoy, Marnie te soltó antes" dice la peli azul medio bromeando mientras tomaba un bocado de su cena.

"Hoy entrenamos poco, de hecho, más nos dedicamos a conversar ya que el Bastión no estaba tan concurrido, estaba lloviendo por allá y nos devolvimos cuando paró de caer, ¿tú cómo estás? ¿cómo va todo para mañana?" pregunta el azabache.

"Está todo bien para mañana, ya terminé de hacer los preparativos y tengo la clase lista, aunque hoy tuve un pequeño arrebato con tus amigas porque se enteraron de que estás entrenando con una chica y que competirás en dobles con ella" dice un poco frustrada.

"¿Por qué te enojaste?"

"Se pusieron celosas y empezaron a decir disparates de declararle la guerra y que buscarán estar contigo, pero les dije que eso es decisión tuya, que tú tienes que entrenar con ella porque es tu compañera y que tú ya no estás en un nivel en el que entrenar con cualquiera sea un beneficio. Al menos entendieron" sentencia ya más calmada.

Ash observa a su compañera de casa y reflexiona en lo que sentía ella detrás de sus acciones, sabe que es una persona que no se frustra fácilmente frente a otros, en especial porque suele contener sus arrebatos hasta que conversa con él permitiendo que se desahogue, lo mismo pasaba en cartas cuando no estaban juntos. 'Algo no anda bien' pensaba.

"Es raro que tengas un arrebato frente a otros. ¿Ha pasado algo que te ha hecho sentir mal?" pregunta Ash.

Miette involuntariamente se tensa ante la pregunta, reacción que su compañero no ignora. En su mente si tenía algo que decir, algo que fue pensando mientras seguía dormido, pero por primera vez en mucho tiempo hizo algo pensando en que sería lo mejor.

"Pues, yo creo que ha sido un poco el cansancio de preparar la clase abierta entre otras cosas, como prepararme para mi competencia" dice un poco tímida.

El entrenador la miró confundido y preocupado, la artista voltea hacia él pretendiendo firmeza, no tardó mucho en generarse un ambiente incómodo entre ambos mientras Ash tomaba un semblante más serio.

"Hace mucho tiempo que no te escuchaba mentir, Miette" dice fríamente sorprendiendo a su amiga.

"No estoy mintiendo" dice apurada y nerviosa

"¿Qué está pasando?"

"No... no está pasando nada"

Ash se detiene por un instante, notaba el estrés en su amiga y no quería llegar a un punto en el que continúe levantando barreras entre ambos. Piensa por un minuto y mira hacia la mesa de centro, donde se encontraba una libreta y el lápiz con el que hizo la nota, haciendo que tenga una idea. Frunciendo el ceño, toma el lápiz y acerca la libreta escribiendo una frase. Miette se encontraba confundida por su actuar, quería acercarse a ver lo que escribía, pero seguía nerviosa. Cuando Ash termina de escribir arranca la hoja y mirándola fijamente se la entrega. Al recibirla de sus manos, la artista lee su breve contenido mezclando su confusión con asombro.

Leales (un fanfic de Pokémon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora