Capítulo 32: Confusión.

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—¿Estás segura? —Me pregunta Freya arrodillada frente a mí. Asiento y apoyo los codos en mis rodillas.

—Lo vi en sus ojos, parecía realmente conocerme. —vuelvo a cambiar de posición pero ella sostiene mis rodillas. —Además buscó el tatuaje detrás de mi oreja.

—Eso lo sabría cualquiera, te pudo haber visto en alguna foto.

—¿En dónde? ¡Ni siquiera tengo redes sociales! —cierro los ojos y la veo. —Insistió en qué yo soy su Alison y cuando volví al taxi ella estaba llorando.

—Entonces ¿Por qué no te quedaste? Le pudiste haber preguntado más. —se levanta del suelo.

—No lo sé, no me sentía bien. —suelto un corto suspiro y cubro mi cara con mis palmas. —Me sentía extraña cerca de ella.

—¿Recuerdas su nombre?

Intento hacer memoria pero me falla por lo que niego, no me había dicho su nombre pero recuerdo que un chico la llamó cuando corría hacia mí.

—¿Recuerdas como es? —muevo la cabeza afirmando. —Dime.

—Es de piel muy blanca, sus ojos son azules, pero un azul extraño. —cierro los ojos para refrescar mi errática memoria. —su cabello parecía morado, no mide mas de 1.55,o eso creo, yo... no alcancé a distinguir su cuerpo, estaba vestida con ropa holgada.

—¿Ropa holgada? —Miro como hace una mueca de confusión.

—Sí y llevaba muchas cadenas en su cuello y anillos en casi todos sus dedos. —culmino.

Observo como las facciones de Freya cambian drásticamente unos pocos segundos después de que culminé, sus ojos se abren repentinamente y forma una “o” con sus labios.

—Me dijiste que te habló en Inglés, con acento americano. —muevo la cabeza para confirmarle entonces ella corre escaleras arriba para bajar a los pocos segundos con su portátil en manos.

Detrás de ella vienen Dagny y Arya, la última al verme hace un puchero y corre hasta lanzarse a mis piernas, su pequeño abrazo me hace sentir mucho mejor.

—¿Qué pasó Lea? ¿Estás bien? —Me pregunta Dagny y asiento con la cabeza aún abrazando a mi hija. —Prepararé café.

Freya se sienta a mi lado y comienza a teclear en la laptop. Intento ver que hace pero solo busca un nombre en Google, salen noticias y muchas otras cosas más pero ella va directamente a imágenes y abre una de ellas e inmediatamente veo a quien está en la fotografía.

—Es ella. —Digo viéndola y me  doy cuenta de que no puedo dejar de mirarla, ¿quién es esa mujer?

—Lea, ella es Billie Eilish, es una cantante norteamericana. —habla mientras continúa viendo mas fotos. —¿Qué tendrías que ver con ella?

Las imágenes se deslizan hacia arriba rápidamente pero ninguna de ellas tiene algo que ver conmigo.

—Tal vez sí se equivocó. —hablé y besé la cabeza de mi hija ya dormida.

Freya sale de las imágenes y vuelve a la sección de noticias, para ese entonces Dagny ya me ha dado una taza de café y no dudo en beberlo. Devuelvo mi atención a la pantalla del portátil y leo junto a ella los títulos, uno de los más recientes llama nuestra atención.

Así conmemora Billie Eilish la muerte de Alison Martínez, su ex novia.

—¿Su novia? —pestañeo varias veces y Freya se encoge de hombros y luego le da click.

Al principio solo vemos letras, luego una foto de la mencionada Billie. No le prestamos mucha atención al texto por lo que Freya continúa buscando pero de pronto se detiene en una fotografía.

Es Billie Eilish acostada con el rostro de una chica en su cuello, la foto es muy tierna, lo admito.

Al deslizar la pantalla la siguiente foto me deja helada.

Es Billie besando la mejilla de una chica y esa chica soy yo.

Trago saliva e intento decir algo pero no puedo.

—Creo que deberías hablar con ella. —Dice Freya en voz baja viendo las otras fotos.

Claramente soy yo la de las fotos, está esa pequeña cicatriz de mi frente y los tatuajes de mis brazos.

—Yo... No...

—Irás a verla mañana. —Dice Freya con firmeza, pero puedo notar algo de amargura en su voz.

—Ni siquiera la recuerdo. —Murmuro aun en una especie de trance. —Tengo miedo, ¿y si no me gusta lo que me dirá?

Freya resopla y cierra la laptop.

Obviamente tengo pavor a lo que pueda saber, tal vez no me guste, tal vez haya sido una mala persona o probablemente me pasaron cosas que sería mejor dejar así.

—No sé donde está, tal vez ya no esté en el país. —digo mientras le acaricio el cabello. —Además, ¿como sabríamos en donde se está hospedando?

—Me encargaré de eso. —murmura con pesadez e inmediatamente atisbo lo que está pensando. —Empezaré con ello ahora, ve a dormir, mañana te llevaré a donde ella.

Veo como se levanta del sofá y se va hacia arriba sin siquiera mirarme. No me voy a resignar así que llevo a Arya a la cama e inmediatamente la abrigo bien voy a la habitación de Freya, toco pero no responde por lo que entro y la veo observar las fotos de la Billie y un yo que no recuerdo.

—¿En serio te pondrás así por eso? —Le pregunto quitándole el portátil de sus manos para dejarlo a un lado de ella. —Ni siquiera la recuerdo, probablemente anduvimos hace muchos años.

Sus lindos ojos me miran intentando rebuscar entre mi mente, sonrío y la beso en los labios, ella al principio no corresponde pero cuando me alejo me toma de la nuca y vuelve a unirnos.

—No creo que sea muchos años. —Murmura y me alejo. —Leí que fue hace cuatro años.

Me bajo de sus piernas —que no sé en que momento terminé ahí— y me senté poniendo la laptop sobre lad mías. Esto es sumamente frustrante y confuso, no entiendo nada.

Comienzo a leer el artículo y en las primeras líneas menciona el tiempo, pretendo seguir leyendo pero Freya cierra la portátil y luego me la quita de las manos.

—¿Por qué? —cuestiono.

—Será mejor que ella te lo diga, todo esto es una puta locura, no logro comprender nada. —Se queja intentando distraerme pero sé que hay algo más que ella no quiere que sepa. —Esa eres tú Lea, solo que con un color de cabello diferente en lugar de rubio, entonces ¿por qué te nombran como una tal Alison Martínez?

Humedezco mis labios y me dejo caer de espaldas sobre el colchón.

—Tal vez debamos ir a la Embajada antes de verla, a ella, Billie. —Estoy algo dudosa, pero para mí es lo más congruente en estos momentos, no somos detectives para comenzar a indagar por nosotras mismas.

—¿No ves el nivel de todo esto? —Puedo notar que se está enojando. —Alguien llega y te llama por Alison, jura conocerte, llora al verte y resulta ser tu ex novia que te creyó muerta por más de cuatro años.

—¿Entonces dónde queda Arvid? —Ella tiene razón.

—¿Ahora lo ves? —tira de mis brazos para sentarme. —Primero iremos con ella y luego procedemos con lo demás.

Hago un pequeño puchero y me aferro a ella sintiendo como su tierno olor a loción para el cuerpo me reconforta.

—¿Cómo te sientes?

—Tengo miedo. —Susurro. —¿Qué habrá pasado? No estoy entendiendo nada.

Realmente no entiendo nada.

En todos los documentos salgo como Lea Wilson, viuda y huérfana. Freya investigó hasta más no poder para solamente encontrar que no tenía a nadie más que Avid y ahora a Arya.

En mi pielOù les histoires vivent. Découvrez maintenant