El misterio de Nihara ❪KatsuDeku❫

XXVI

Sus ojos se mantienen cerrados mientras escucha el suave tararear de su madre quien acaricia su cabello, acostar su cabeza sobre las piernas de ella mientras disfrutan ambos de los sonidos de la naturaleza y afinan sus sentidos es lo que más ama en el mundo. Con lentitud se permite abrir sus ojitos subiendo su mirada hacia ella tratando de ver su rostro, pero sólo alcanza a ver su boca. La luz sobre ellos que pasa a través de las hojas del árbol del cual usan su sombra le impide ver con detenimiento el rostro de su madre, sólo puede verla sonreír mientras continua tarareando para él.

Ronronea encantado de tenerla ahí con ella. Momentos en los que puede disfrutar de su compañía y su calidez. Sonríe y vuelve a cerrar sus ojos permitiéndose aprovechar ese día al máximo.

Abrió sus ojos viendo pasar a sus lados ramas de árboles con velocidad ya que él se encontraba saltando de árbol en árbol con prisa, había estado así después de descansar por media hora en las fronteras de Vhand con Ninrah. Los viajes suelen ser de esa forma, nunca lo había hecho antes, pero siempre prestaba atención a quienes se aventuraban más allá de Adamantina. Aventureros que volvían después de algunos años por la querencia y se regresaban a las nuevas tierras por la familia que habrían hecho en otro reino o por su amor a más aventuras.

Ellos recomendaban siempre ir por el territorio de Vhand aunque Ghalok estuviese al frente, era más seguro ya que la seguridad en la esquina de Adamantina con Vhand era menor que ir hacia el otro reino además de que los animales suelen ser más dóciles.

Por todas esas historias y descripciones que escuchaba de otros lugares es que ya contaba con un cuaderno algo grande lleno de borradores sobre especies que debía ir en persona a confirmar los datos, cuando tuviese todo correcto y dibujos sobre ello lo pasaría a la libreta bonita y oficial. ¡Sería un gran investigador como su padre! Tal vez nunca lo conoció, pero el que haya sido esposo de su madre lo vuelve automáticamente su padre, ¿No?

Al menos es lo que quería creer, probablemente por él es que nunca se quejó de aprender sobre las pócimas. Además de sentirse algo más útil aprendiendo de ello, le encantaba, se había vuelto su primer pasatiempo.

— Hmp — el muro que rodea el reino de Ninrah poco a poco comenzaba a verse más y más cerca — qué distraído, al final no pude preguntarle más cosas a Izuku sobre su especie y las que ha visto... ya tendré tiempo para eso — sonrió saltando de un árbol al suelo y respiró hondo sintiendo los distintos aromas del lugar algo diferentes a los que hay en su territorio.

Tenía tiempo aún, el gran astro aún se encontraba saliendo iluminando de a poco esas tierras así que suponía que Izuku estaría dormido. De mientras esperaba un poco a que el astro estuviese un poco más alto parecía buena idea ponerse a ver la flora del lugar para nuevas notas. Todo por la ciencia.