Plan de Romance (Lumity)

Capítulo 5

Luz Noceda

—¡Maya!

La aludida nos regresó a ver ante el grito que dio Boscha. Una sonrisa se dibujó en su rostro en cuanto más nos acercábamos.

—¡Prima!— saludó.

—¡Que no me llames así!— repliqué, incómoda.

—¿Por qué no? Amo llamarte de ese modo

—Me das esperanza y eso es lo que menos quiero en este momento

—¿Podemos hacerte una pregunta?— interrumpió Boscha, deprisa. Le agradecí en silencio con una mirada antes de arrimarme en el barandal para observar con calma a ambas. —Además de Ritch, ¿Tienes más primos en el colegio?

—Pues sí, tengo dos más

—¿Cómo se llaman?

—Mark y Sanders

—¿Solo hombres?— cuestioné, yo esta vez. Mi insistencia pareció extrañar a la pequeña chica de ojos marrón y cabello corto, castaño oscuro y lasio, pues ennarcó una ceja con suma intriga.

—Si, ¿Por qué la pregunta?

Intercambié una mirada con Boscha al aceptar que tendríamos que ser un poco más directas. Le hice un ademán para que ella tomara la palabra.

—¿Conoces a una tal Amity?— dijo.

—¿Amity?

Por pura suerte, la nombrada estaba bajando las escaleras de enfrente, permitiéndome indicar de quién estábamos hablando.

—Ah, Amity— confirmó. —Sí, si la conozco

—¿Ella no es tu prima?— el temor me invadió, provocando que mi voz saliera algo titubeante. Crucé los brazos en un intento por apaciguar la sensación, pero cada vez parecía aumentar más.

—Emh... No

Maldije en voz alta apenas el "No" se hizo escuchar. Boscha me lanzó una mirada de pura reprobación, obligándome a calmar, de cualquier modo, mi frustración.

—Pero, siendo sincera, no estoy segura. Ella es prima de Ritch por parte de su padre, no sé si tengamos parentesco familiar. Me enteré hace un par de semanas. Ritch tampoco lo sabía

Mi sonrisa no se hizo esperar. Ahora sí era certero lo que Amity me había dicho. Eso solo significaba que el castaño sí estaba al tanto de mi existencia y dudaba de mis verdaderos sentimientos hacia él. Quizá si tenía oportunidad.

—Prima, ¿Preguntaste esto porque Ritch pasa los recesos con Amity?

Quise reprenderla por volver a llamarme de ese modo, pero mi alegría sobrepasaba la molestia, así que lo dejé pasar, respondiendo su cuestión con un simple "Si".

—¿Y cómo te enteraste de que quizá éramos familia?

—Ella me lo dijo— me encogí de hombros.

—Y me lo volviste a preguntar para asegurarte— concluyó.

Asentí como respuesta, justo antes de que el profesor se presentara y nos hiciera entrar al salón. El sentimiento de conformidad no se fue hasta que salimos a receso y observé de nuevo a Ritch con la peli verde, en el mismo lugar de siempre.