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capítulo cinco
compañero.

YA HABÍA PASADO CINCUENTA AÑOS DESDE QUE SE ENCONTRARON, cuando él y la vampiresa de aspecto de duende los encontraron

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YA HABÍA PASADO CINCUENTA AÑOS DESDE QUE SE ENCONTRARON, cuando él y la vampiresa de aspecto de duende los encontraron. Ese fue el día más importante y maravilloso de sus vidas. Alyssa estaba eufórica ya que encontró a su compañero, hermano, mejor amigo, amante, confidente, consejero, su protector, él lo era todo para ella y viceversa.

Jasper cuando vio por primera vez el rostro de Alyssa quedó flechado al instante, había encontrado a una familia y una mujer que amaba incondicionalmente, ella lo era todo sin ella él no era nada. No se parecía en nada a Maria, eso le encantó. Podía ser quien era sin importarle los demás, decirle todo lo que pasaba por su cabeza y corazón. Él podía sentir sus emociones, como cada vez que lo veía o pensaba en él , irradiaba amor, cariño, felicidad, confianza, devoción, adoración y un sin número de sentimiento que lo alegraba de sobremanera. Él podía ser frío y reservado con todos menos con ella, su lado más cariñoso, amoroso y sobreprotector salía a la luz cada que andaba cerca. Le embriagaba todo de ella, se había vuelto adicto a ella. Y lo mismo ocurria con Alyssa.

Todavía recordaba su reacción cuando le contó su pasado y todo lo que pasó.

/FLASHBACK/

Alyssa y Jasper había salido de caza, cuando volvía decidieron dar un paseo por el bosque. El rubio se sentía preparado para contarle su historia ya que ella lo había hecho con el.

Se detuvieron en hermoso claro, Alyssa se volvió a verlo con una gran sonrisa en su bello rostro, más Jasper no se la devolvió él la miraba serio y nervioso como nunca. Eso la asusto enormemente.

—Jasper amor, que pasa me estas asustando. Dime lo que te aflige me duele verte así.—Alyssa hablaba preocupada no le gustaba ver a su amado así.

—Linda, no es nada malo. Solo me estoy mentalizando. Y me aterra que cuando te enteres me quieras lejos. Porque soy un monstruo, que no merece ser amado. —Jasper le dijo todo esto con una sonrisa triste en su bello rostro.

—Jasper Whitlock Hale, cuando lo vuelva a repetir te pateare el trasero. Escuchame bien, que te quede bien claro. Te amo como nunca e amado a alguien, lo eres todo para mi no importa quien o que seas. Lo que hiciste o no, eres lo mejor que me ha pasado mi vida. Espero que te quede bien claro esto.—decir que Alyssa estaba enojada era quedarse corto, nadie decía eso de su Jasper y vivía para contarlo.—Dime quien te dijo eso y le arranco la cabeza de cuajo.

—Preciosa tranquila, yo también te amo, quiero contarte mi historia. Y no me interrumpas.—dijo esto con una sonrisa en su rostro al ver que Alyssa quería responder.—Vivía en Houston, Texas, cuando era mortal. Tenía diecisiete años cuando me uní al Ejército Confederado en 1861. Mentí a los reclutadores acerca de mi edad, les dije que había cumplido los veinte y se lo tragaron, pues era lo bastante alto como para que colara. Mi carrera militar fue efímera, pero muy prometedora. Caía bien a la gente y siempre escuchaban lo que tenía que decir. Mi padre decía que yo tenía carisma.

>>Por supuesto, ahora sé que había algo más, pero, fuera cual fuera la razón, me ascendieron rápidamente por encima de hombres de mayor edad y experiencia.

>>Además por otra parte, el ejército confederado era nuevo y se organizaba como podía, lo cual daba mayores oportunidades.

>>En la primera batalla de Galveston, que bueno, en realidad, fue más una escaramuza que una batalla propiamente dicha, fui el mayor más joven de Texas, y eso sin que se supiera mi verdadera edad.
Estaba al frente de la evacuación de las mujeres y los niños de la ciudad cuando los morteros de los barcos de la Unión llegaron al puerto. Necesité un día para acondicionarlos antes de enviarlos con la primera columna de civiles que conducíamos a Houston.

>>Recuerdo esa noche perfectamente.
Había anochecido cuando alcanzamos la ciudad. Me demoré lo suficiente para asegurarme de que todo el grupo quedaba a salvo. De regreso me encontré con cierta inmortal, María, cuando logré verlas les ofrecí mi ayuda, había sido criado para proteger y respetar a las mujeres,no a temerles. María estaba creando un ejército, que son muy comunes en el Sur. Constantemente batallan por el control del territorio. Por ese entonces Maria las ganaba todas.

>>Ella era inteligente, cautelosa, y me tenía a mi. Le era muy útil por mi don. Entrené sus neófitos por años. Un trabajo sin fin, y sin horario ya que los tenía que matar cuando sobrepasaban el primer año de vida. Podía sentir todas sus emociones y eso me abrumaba. En uno de esos día que me tocaba deshacerme de ellos, al llegar la siguiente uno de los mejores soldados. Le empezó a gritar que corriera lejos, él lo hizo la tomo de la mano y corrieron lejos de él.

>>A pesar de que podía alcanzarlos fácilmente, los dejé ir. María empezó a sospechar de mi, emitía las mismas emociones que Lucy y Netty, cuando la traiciónaron. Cinco años más tarde, cuando ya no podía tolerar las continuas carnicerías. Peter y Charlotte vivieron a buscarme, me fui de inmediato. Vagamos por años en Norte.

>>Yo iba de paso por Philadelphia en una cafetería se encontraba la duendecilla de Alice, me interceptó y me contó que encontraríamos una familia y en ella nuestros compañeros. No le creía hasta que los encontramos. Cuando te vi fue como ver por primera vez, mi mundo se iluminó, se lleno de luz por tu llegada. Eres todo lo que necesito en este mundo. No quiero seguir en el si tu no estas.—Jasper decía todo esto con el corazón en la mano.<<

Al alzar la mirada y ver como lo veía Alyssa su muerto e inerte corazón, latía desbocado. Su mirada llega de amor, adoración, cariño, respeto. Era todo lo que necesitaba.

Al Alyssa escuchar esto supo que Jasper era el correcto. No lo dejaría ir nunca.

Te amo, amore mio.
Te amo, vida mía.

Dijeron esto al unísono y con una brillante sonrisa.

𝑵𝑬𝑾 𝑳𝑰𝑭𝑬⎯ 𝑱𝑨𝑺𝑷𝑬𝑹 𝑯𝑨𝑳𝑬.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora