[12] Mariposa.

196 30 12
                                    

Caminamos por unos momentos hasta dar con su familia que emocionada me abraza y les correspondo de inmediato notando rápidamente que la chica, Samantha, esta con ellos en confianza como si fuera de la familia y suspiro para no parecer una loca celosa porque está quitándome la atención de los padres de Ruggero, internamente estoy haciendo pucheros y berrinches. Ruggero a mi lado parece notar mi cambio de humor y sus ojos me miran de forma divertida, lo fulmino con la mirada y paso a ignorarlo cuando Leo tiene toda mi atención dándome abrazos cariñosos.

—Te extrañé muchísimo, Karol —suspira profundamente y se aleja un poco para mirarme a los ojos pero ahora tengo que levantar mi cabeza mucho más para que eso suceda —. Tenía la esperanza que cuando te volviera a ver, al menos, estarías un poco más alta pero no —comenta como quien no quiere la cosa y lo miro mal por ello, sé que soy pequeña pero ellos son enormes y ya ni me caen bien.

—Déjame, Leo. Tú y Ruggero están grandes, parecen jirafas y yo no ando por allí diciéndole a todo el mundo —digo sacando mi lengua después de terminar de hablar y ambos me miran indignados.

Iban a responderme pero Antonella se coloca enfrente de mi ganándose toda mi atención —Karol, estas hermosa —mira en la dirección de Ruggero —. ¿No crees que está hermosa, cariño?

Él me mira con una expresión de ternura y mi interior enloquece de los nervios —Muy hermosa, mamá.

Me sonrojo pero evito responder el comentario haciéndome la que no sabe nada como siempre y es cuando esa chica Samantha se levanta para caminar en mi dirección con una sonrisa.

—Lamento lo de antes, Karol.

Niego quitándole importancia al asunto —No te preocupes, Samantha.

Ruggero nos mira a ambas con el entrecejo fruncido y me causa gracia, pero es Samantha quien le aclara las dudas —Hace un rato, antes de venir con ustedes, choqué con Karol y aunque fue un pequeño accidente, nos conocimos así.

Estaré loca y todo lo demás, pero la expresión en los ojos de Ruggero me dio a entender que no le cree, Bruno se acerca a mi con los brazos extendidos por lo que voy hacía él con las claras intenciones de abrazarlo.

—Te extrañé, Bruno.

Se separa de mi con una sonrisa cariñosa y me acaricia levemente el cabello —Yo también, Karol. Estás enorme.

Escucho las risas de ambos hermanos por el comentario inocente de Bruno y me prometo internamente hacérselos pagar, pero le sonrío a ese hombre con valores y principios que me había enseñado mucho cuando más necesitaba un consejo.

Le sonrío agradecida —Gracias por el cumplido, Bruno.

Empezamos a hablar sobre los proyectos que tanto el italiano como yo hemos tenido en puerta, le cuento todo lo emocionante que es actuar en una película en un país norteamericano y las ventajas que tiene hacerlo. A veces miro a Ruggero hablando con Samantha y Leo, pero Antonella se nos une preguntándome por mi mamá y mi hermano por lo que desvío mi atención a ella.

Antonella me mira con atención mientras le cuento algunos datos de mi familia últimamente y me dice —He notado que el elenco está aquí, ¿Has hablado con ellos?

Me incomodo de forma visible y ella inmediatamente luce culpable por lo que quito importancia al asunto porque esa mujer no tiene que sentirse culpable de nada —He hablado con algunos chicos pero sabes que no he sido de su total agrado —suspiro con pesadez —. Bueno, supongo que es muy tarde y debo irme a casa...

De inmediato tengo a Ruggero sosteniendo levemente mi brazo mirándome fijamente —Karol, tengo que presentarte a algunas personas.

Frunzo el entrecejo inmediatamente con una expresión confundida en mi rostro — ¿Ah, si?

2 | Perfect Ideal World.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora