Capitulo 19: saliendo del laberinto

40 4 8
                                    

Lograron avanzar a lo largo de un pasillo oscuro, rocoso de color rojizo. Extrañamente el camino seguía iluminado por antorchas incrustadas en las paredes. Para entonces lograron calcular que al menos había caminado sin interrupción alguna, pero aquella tranquilidad simplemente les embargaba de ansiedad total al no saber que esperar.

—Ya no puedo más.

Sarahy se apoyo contra la pared jadeante. Luego de haber despertado, la cabeza le palpitaba con fuerza, a tal punto de preguntarse cómo había conseguido llegar hasta ahí. Sin embargo para ella era primordial avanzar, debía llegar con Katze de algún modo, al mismo tiempo de no volverse una carga para todos.

Detuvo el paso mientras entrecerraba sus ojos y el palpitar en su cabeza incrementaba, acompañado del malestar, sintió algo en su interior, un vacío, como si algo le aflatara. Dicho sentimiento se había enraizado después de haber expulsado el alma de aquel chico de su interior. En aquellos momentos sintió como algo se había enredado en ella se había desquebrajado, era como si su alma saliera de su cuerpo, como si: estuviera vacío o muerta.

Ante su llamado, José detuvo su paso algo alarmado al ver a la chica detenerse, a pesar de la luz logró ver como la tez de la chica se tornaba pálido a pesar de su tono de piel: aquello hizo que sus alarmas internas se activaran. Por otra parte, Lid que iba delante de todos, sintió un escalofrió al escuchar a Sarahy hablar. Antes cuando habían ingresado al sitio, pudo sentir algo extraño acompañarlos, sentía a todos, pero la esencia de Sarahy había cambiado al hacer el viaje de sombras, era como si algo dentro de ella cambiara o ingresara a su cuerpo, luego al ver que el espíritu de un chico les hablo a través de ella, pensó que había sido eso lo que había sentido, pero luego de haber vuelto a conciencia después de hablar con el chico Jamal, ella no cambio y por el contrario era como si su alma estuviera sujeta a algo, como si un recipiente estuviera roto y dejara salir todo en su interior, mientras el liquido se mezclaba o relacionaba con otro liquido: algo así como agua y aceite juntos en una botella escurriéndose de una botella rota.

Lid retrocedió hacia Sarahy casi pasándole por encima a Mauricio. Vió como José se acercaba a la chica apoyándola contra su cuerpo en vez de la pared y le escuchaba recitar algo en griego, la vio suspirar y no pudo evitar acercarse más hasta tomar su mano para verificar.

—Sarahy, ¿qué pasó mientras caíamos y el fantasma aparecía en tí en medio del viaje en sombra para escapar de aquel fantoche?

La pregunta de Lid hizo que los ojos de Sarahy trataran de enfocarse en ella, con ligero esfuerzo negó con la cabeza, comunicando que ni ella tenía idea. Lid se mantuvo meditando sin comprender del todo aquella situación, era como si su alma fuese arracada de golpe, luego recordó el mazo de aquella bestia desagradable que les había atacado, había golpeado a Sarahy, pero a Mauricio también y en él no sentía nada distinto. Aquel mazo había sido extraño por mucho, ella lo había sentido, pero no lograba comprender del todo lo que sucedía.

—Chicos, más adelante.

Habló Mauricio sacándola de sus cavilaciones. Lid volteo su mirada adelante donde señalaba el chico pero no logró ver nada, frunció su entrecejo sin comprender a que se refería. Mauricio delante de ellos solo miraba adelante viendo como aparecía un guerrero armado y cubierto por una armadura griega que avanzaba a ellos con claras intenciones de atacar. Mauricio desenfundó su espada atada al cinturón.

—Mauricio, no hay nada.

Escucho la voz de Lid, haciendo que se confundiera ante sus palabras. Retrocedió un par de pasos cubriendo a los chicos tras él y mantuvo sus ojos puestos en su enemigo. Los otros tres, le observaron con confusión al no ver nada delante mientras el chico se ponía en guardia.

La Tercer Gran Profecía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora