Fubuki camino intentando marcar un paso rápido hacia su casa, llevaba sus cosas, las del oji turquesa, y a este encima de él. Realmente deseaba llegar a casa para poder quitarse todo ese peso extra de encima.
Al llegar, como pudo abrió la puerta y de inmediato se dirigió al sofá en donde por fin dejo al menor, puso las cosas de ambos en el suelo y se regreso para cerrar la puerta.
- Lamento que hayas tenido que traerme cargado – decía el menor mientras de nuevo intentaba poner de pie, esta vez logro mantenerse parado por 3 segundos pero de nuevo cayo, esta vez sentado en el sofá – Las tengo totalmente acalambradas – se quejo mientras se acariciaba los muslos.
- Debiste decirme que no podías seguir – le regaño el mayor mientras se quitaba la chaqueta y la dejaba en un perchero.- No quería... decepcionarte – murmuro el menor avergonzado – Me sentí muy especial cuando entrenaste solo conmigo, no quería decepcionarte- repitió.
- Lo siento – volvió a decir mientras acariciaba la cabeza de este – Venga, hare lo que sea para que te sientes mejor – le dijo el mayor sonriéndole ampliamente.
- ¿Lo que sea? – pregunto pícaramente le menor, el adulto capto el doble sentido, pero no se arrepintió de nada.- Si pequeño, lo que sea – volvió a decir para luego sonreírle.
- Entonces llévame a tu habitación... y prepárame chocolate caliente – Yukimura aprovecho las palabras de Fubuki para que este lo consintiera.
- Como usted diga mi lord – dijo en tono de broma mientras cargaba al pequeño en brazos y lo subía a su habitación. Lo dejo sobre la cama y luego bajo a preparar chocolate. Al hacerlo subió de inmediato con un par de tasas, le entro una al oji turquesa y se quedo con la otra.
-Muchas gracias- dijo el peli azul mientras tomaba un sorbo.
- ¿Siguen acalambradas? – pregunto Fubuki acariciando la pierna derecha, el menor se sonrojo.
- Si – murmuro, fue lo único que dijo, volvió a tomar de su tasa. Estuvieron un rato tranquilos, simplemente bebiendo de las tasas, sin hacer ningún tipo de comentario. Al final Fubuki rompió el hielo, de la misma forma que había hecho la otra vez.
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- Eres bastante atrevido – dijo mientras veía el interior de su tasa vacía, el menor lo miro sorprendido, ¿A que vino ese comentario? – Me besaste – afirmo, el menor se sonrojo recordando lo ocurrido la ultima vez – Y luego de eso aceptaste ir a casa de Katsuya – un tono molesto salió de sus labios, el menor lo miro con interrogantica - ¿Es que acaso besas a cualquiera? – pregunto este un tanto molesto, el menor de inmediato niega con la cabeza.
- Ese fue... mi primer beso – confeso mirando también la tasa vacía.
- Es una lástima que tu primer beso haya sido solo un impulso – dijo el adulto mientras ponía su tasa y la de Yukimura en la pequeña mesa de noche, al voltear a ver al menor noto que este estaba negado con la cabeza de nuevo.
- No me arrepiento... fue lindo – afirmo para luego levantar el rostro y sonreírle a su sempai.
- Y aun así aceptaste ir a casa de Katsuya – Fubuki hizo una extraña mueca, una mezcla de celos, disgusto y preocupación.
- ¿Qué tiene eso de malo? – pregunto el menor levantando una ceja.
- Katsuya es un seme violador pervertido de cuarta – gruño el adulto mientras desviaba la mirada – Y es obvio que va detrás de tu trasero-
- ¿Y usted como lo sabe? – pregunto el peli azul ilusionado por que el mayor admitiera que estaba preocupado por él.
- No se necesita un doctorado o una maestría para saberlo - finalizo el mayor tomando ambas tasas haciendo además de ir a lavarlas a la cocina, pero el menor lo tomo del brazo, como pudo ya que no podía pararse de la cama.
- Lávelas luego – pidió soltando al peli plata – Acuéstese conmigo un rato – pidió el oji turquesa mientras se movía hasta quedar del otro lado de la cama, dejándole al mayor suficiente espacio. Este miro la cama y trago en seco. -Buen Fubuki, Buen Fubuki... el buen Fubuki no viola niños pequeños, no señor, no lo hare- se decía internamente. Al final opto por acceder a la petición del menor y se recostó a s lado cubriendo de la cintura para bajo con aquellas blancas sabanas.
-Yo no beso a cualquiera- dijo Yukimura mirando a cualquier lugar menos a los ojos dl mayor. -Vale, disculpa si te dolió mi comentario- dijo Fubuki intentando no sonar muy rudo.-Lo bese porque me gusta- soltó de pronto el menor, el peli azul estaba acostado en la punta izquierda de la cama y el peli plata en la punta derecha, había una gran distancia entre ellos, suficiente como para que entrara otra persona.
-No sabes lo que dices... yo más bien lo llamaría admiración- hablaba el adulto intentando buscarle lógica al asunto, el menor negó con la cabeza.
-Va mucho más que eso- dijo totalmente seguro de lo que dijo- Yo no tengo pensamiento morbosos con la gente que admiro – admitió el peli azul sonrojándose, el adulto rio internamente, el menor era totalmente directo.
-Ni me entusiasmo tan ridículamente – volvió a admitir – Ni paso las noches con ellos... solo con usted – dijo el menor para luego suspirar, se había quitado un peso de encima, ahora faltaba ver la reacción de Fubuki...
-Contianuara-
