Ardiente Tentación [YiZhan] +18

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Tomó a Haikuan de la mano y caminaron a sus asientos, dejé que ZhuoCheng me abrazada y caminamos detrás de ellos, nos sentamos a su lado, Cheng junto a Yibo yo quedé en una esquina y miré al campo de juego, no tenía idea de lo que estaba pasando ahí pero tenía ue tratar de distraer mi mente.

N9 sabia que iba a pasar ahora, era un hecho que el juego entre el y yo había terminado, las dos primeras reglas estaban quebrantadas totalmente, la tercera ya no importaba, era la más difícil de romper.

Los minutos pasaban lentamente, dada que detenían el reloj en el juego mi corazón se detenía por que eso extendía la agonía de estar ahí, a tan solo un asiento de distancia. Estaba a punto de pedirle a ZhuoCheng que nos fuéramos, pero la parte masoquista de mi no quería irse, lo más probable es que fuera la última vez que lo fuera y quería guardar esos recuerdos, su sonrisa natural, tan encantadora como la retorcida, sus gritos por la emoción del partido, era un chico normal, que disfrutaba de la vida.

Cuando los Gigantes anotaban Haikun lo abrazaba, se sentía una conexión especial entre ellos y por un momento deseé ser el, yo conocía al amante pero el conocía al hombre y era afortunado por eso, no estaba limitando a ninguna regla y disfrutaba de ambas facetas la sonrisa en su rostro me lo demostraba y yo sabía perfectamente lo que Yibo te hacía sentir en la cama. Sentí que iba a romper en llanto y fui al baño otra vez.

Me mojé de nuevo la cara, no podía llorar, no debía había sido una aventura que no podía tener un final feliz, quise jugar con fuego y me quemé, entonces ¿ppr que me afectaba tanto que tuviera novio? Yo tenía a Cheng y a Yibo parecía no importarle estábamos bajo las mismas condiciones. "La vida es un equilibrio y no podemos ir en contra de eso". ¿Acaso a esto se refería? ¿El y yo estábamos buscando un equilibrio en nuestras vidas amorosas? Suspire apoyando en la lavabo, después salí del baño y me acerqué a la mesa a servirle otro jugó.

— ¿Disfrutando del partido? —susurró en mi oído erizado mi piel, pero, ¿que pretendía?

— No tanto como tu. —respondí sin mirarlo tratando de calmar los latidos de mi corazón.

— ¿No te emociona tanto por que tu novio no está en el terreno de juego? —volver a verlo más que sorprendido. —El me contó que jugaba cuando iba en la preparatoria.

— ¿De donde lo conoces? supongo que dadas las circunstancias te puedo preguntar lo que quiera. —dije dándome la vuelta para enfrentarlo pero deje una mano en la mesa y la otra me la puse en la cintura.

— Hace un par de semanas veremos un negocio. —dijo sonriendo, quizás por mi comentario anterior. —Por cierto, es muy talentoso con los números....y ya veo que para otra cosa también. —agregó poniendo su mano en la mesa y rozando la mía pero yo la retire.

— ¿Por que me llamaste en la tarde? no me digas que no sabías que vendrías aquí.

— No pensaba hacerlo. —puso su pie pegado al mío. —pero en vista de que no estabas disponible, no tuve otra opción, jamás me imaginé que tu compromiso fuera este.