Prefecto Perfecto.- Percy Weasley y Tú.

Capítulo 11.

___ estaba por cerrar los ojos pero la puerta de su habitación se abrió de golpe, Hermione tomo aire asustada y encendió la luz, la puerta estaba abierta de par en par pero tras ella no había nada. Las chicas se miraron entre ellas y la joven Snape se levantó a ver por el pasillo.

— Iré a ver si hay algún estudiante fuera de la cama haciendo travesuras, tal vez Peeves. Trata de volver a dormir.

Granger asintió y volvió a cubrirse, ___ apago la luz y cerró la puerta tras de sí, camino por los pasillos vacíos hasta que sintió un ruido en un lugar donde ni los prefectos deberían estar, pero aún así, __ decidió entrar.

— No deberías estar aquí, Harry.- El chico se levantó asustado, ___ le sonrió.- Eso es el espejo de Oesed, refleja lo que más deseas tener.

— ¿Qué es lo que ves tu?

— Me veo comiendo un caldero gigante relleno de chocolates con menta.

Potter la miro con una ceja alzada y burlona a lo cual ___ Snape soltó una risita.

— Yo veo a mis padres.

— No es bueno que vengas aquí, Harry. Ve a tu habitación ¿si?

El chico asintió y fue acompañado por la prefecta hasta allí.

— Eso no es lo que veías ¿o si?

— No...Me veo con el uniforme de Slytherin.

— ¿Por qué?

— Porque es la única manera de ver a mi padre sonriendo junto a mi. Ahora, ve a dormir, y no vuelvas allí, el espejo puede ser...destructivo. Ah, y Harry, la próxima vez te quitaré puntos.

Durante el resto de las vacaciones de Navidad, __ y Percy no permanecieron muy unidos, el joven Weasley estaba la mayor parte del tiempo estudiando para los exámenes, por otro lado ___ tenía los entrenamientos de Quidditch, Wood los hacia trabajar más duramente que nunca. Ni siquiera la lluvia constante que había reemplazado a la nieve podía doblegar su ánimo. Los Weasley se quejaban de que Wood se había convertido en un fanático, pero ___ estaba de acuerdo con Wood. Si ganaban el próximo partido contra Hufflepuff, podrían alcanzar a Slytherin en el campeonato de las casas, por primera vez en siete años.

Entonces, durante un entrenamiento en un día especialmente húmedo y lleno de barro, Wood les dio una mala noticia. Se había enfadado mucho con los Weasley, que se tiraban en picado y fingían caerse de las escobas.

— ¡Dejen de hacer tonterías! -gritó-. ¡Ésas son exactamente las cosas que nos harán perder el partido! ¡Esta vez el árbitro será Snape, y buscará cualquier excusa para quitar puntos a Gryffindor!

George Weasley, al oír esas palabras, casi se cayó de verdad de su escoba.

— ¿Severus Snape va a ser el árbitro? - Preguntó ___-. ¿Cuándo ha sido árbitro en un partido de quidditch? No será imparcial, si nosotros podemos sobrepasar a Slytherin.

El resto del equipo se acercó a ___ para quejarse.

— No es culpa mía -dijo Wood-. Lo que tenemos que hacer es estar seguros de jugar limpio, así no le daremos excusa a Snape para marcarnos faltas.

La joven tomo aire pesadamente y asintió luego de comenzar a caminar en dirección al castillo, cambio su vestimenta y fue directo al salón de su padre, al cuál había estado visitando con más frecuencia, abrió la puerta sin siquiera haberla tocado antes.

— ¿Por qué?

— Cierra la puerta.

— ¿Árbitro de Quidditch? Jamás has jugado, ¿Por qué tú?

— Me lo ha pedido Dumbledore de manera directa y yo solo cumpliré con ello.

— ¿Si quiera sabes cuando cobrar una falta y cuando no?

— Seré el árbitro quieras o no, ___. Y ahora debo pedir que te retires, estoy ocupado.

— Siempre es así.

___ se levantó y salió de allí, dejó la puerta abierta sólo para fastidiar al mayor, en el camino iba pasando Percy leyendo un libro totalmente concentrado, ___ se puso frente a él provocando que el pelirrojo cerrará su libro el chocar con la joven.

— He perdido la página.

— Sabes perfectamente en que página quedaste, Percy.

— 147.

— ¿Ya ves? Deja de estudiar un segundo.

— Tu deberías comenzar a hacerlo, ___.

— Si, tienes razón, pero, debo concentrarme en los partidos de Quidditch, más ahora que sé que el árbitro sera papá.

— ¿Sabe de Quidditch?

— Debe de saber lo básico, esto no me gusta, evitará a toda costa que lleguemos a la final con Slytherin.

— Todo irá bien, y si no es así, estaré yo apoyandote, tengas el resultado que tengas, y también debo estar pendiente de los comentarios de Jordan.

— Los comentarios de Lee de hecho me animan a esforzarme más.

— Pero no me gustan, son inapropiados.

— Lo sé, Percy. Me gustan tus celos.

— No son celos.

— Ya.

Ambos jóvenes soltaron una risa y siguieron sus propios caminos.