Capítulo 3

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Cuando Yuuri salió del Ice Castle a las 5pm y regresó a su casa, realmente no esperaba ver a sus padres hablando tranquilamente con Viktor y aún peor ¡Con su hija! Nadie puede culparlo por haber gritado sorprendido en el marco de la puerta viendo incrédulo e incómodo tal escena, y mucho menos pueden culparlo por aterrarse con la mirada que la niña le dió, demasiado sería para una niña tan pequeña. Sus padres y Viktor lo vieron confundidos por su reacción pero ¿Qué esperaban? El no sabía que el ruso se quedaría en su casa como si nada y menos la hija de este ¿Qué cómo supo que era su hija? Sería un reverendo idiota si no lo notará, es decir, la niña era idéntica al mayor.

Excusándose dio la vuelta tan rápido como pudo y corrió a su habitación cerrandola con pasador, aún sorprendido por ver a los rusos en su comedor se sentó en la orilla de la cama, Makkachin que estaba en su habitación recostó su peluda cabeza en sus piernas, el nipón sonrió realmente feliz por volver a ver al can después de cinco años, así que acariciando su cabeza y detrás de sus peludas orejas disfruto de un tranquilo momento feliz antes de irse a dar una ducha.

A la hora de la cena, trató, de verdad trató de ignorar la fija mirada de la hija de Viktor puesta en él y el muy idiota estaba tan entretenido comiendo y hablando con sus padres que no notaba lo incómodo que se encontraba el nipón, quién terminó de comer lo más rápido que pudo para irse a su habitación diciendo un simple "buenas noches" sin voltear a ver a la pequeña rusa.

•••

Así pasó rápido un mes, las cosas entre Viktor y Yuuri estaban... Bien, se llevaban bien a pesar de todo y aunque Yuuri lo negara cada vez que veía al platinado sus ojos parecían brillar aún más, no se diga Viktor, todos sabían que éste seguía igual de perdido por el nipón, el problema era Anna, no es que fuera grosera o a Yuuri no le agradara, es mas, el japonés intentó hablarle muchas veces pero la niña siempre se negaba a responderle incluso ni lo volteaba a ver al rostro, era como si lo ignorara, Anna hablaba con los padres de Yuuri y con Viktor, incluso les sonreía, entonces ¿Por qué con él no? Lo más seguro era que no le agradara por ser un intruso entre ella y su papá ¿Verdad? De cierto modo lo entendía, siempre habían sido ellos dos según el ruso, así que ahora que veía que su padre lo seguía a él, hablaba con él y le daba muestras de afecto a él seguro sentiría que le estaban quitando la atención que antes tenía en ella. Claro esto desde el punto de vista del nipón.

Así que su relación no había avanzado mucho, ambos sabían que se seguían gustando y hasta cierto punto el nipón volvía a tener sentimientos por el ruso, pero no avanzaban porque Yuuri no lo quería, Viktor ya estaba listo para dar el siguiente paso, a eso había ido ¿No? El problema, según el ruso, era que a Yuuri algo parecía frenarlo, no sabía que era, pero ese "algo" estaba molestando a su pelinegro. De nuevo, ese era el punto de vista de Viktor.

Así que ahora estaba caminando hacia el Ice Castle, al trabajo del nipón, aveces iba a traerlo para regresar juntos a casa, pero esta vez iba porque necesitaban hablar sin que nadie los interrumpiera. Al llegar espero en la recepción a que Yuuri saliera –hablando de vez en cuando con Yuuko, la amiga del japonés– luego el mayor guió al pelinegro hacia la playa en donde solían salir a caminar de vez en cuando con Makkachin, y se sentaron cerca de las olas.

-¿Ahora que pasa? -preguntó el nipón viendo serio a Viktor, quién notaba como ahora su amado era más serio y confiado que antes-

-¿Por qué... Por qué no aceptas formalizar lo nuestro?

Yuuri se quedó callado unos segundos, pensando en que no podía decirle a Viktor la razón, no podía decirle que temía arruinar la relación entre Anna y su papá.

El amor contra el tiempo ~Victuuri~ (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora