TWICE One-shots

Mi Salvadora - Sana

Miembro sugerida por: @Destiny7u7r
No Sana No Life!
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Sana caminaba por las silenciosas calles de Seúl cuando escuchó unos pequeños quejidos y lloriqueos provenir de uno de los callejones.

La japonesa frunció levemente el ceño y se detuvo en su camino, dudando en si había escuchado algo o no.

Esta se había quedado en silencio por unos pequeños y cortos segundos, y volvió a escuchar aquellos quejidos nuevamente.

No sonaba como quejidos humanos, por lo que la curiosidad de la japonesa con aspecto de ardilla incrementó.

Esta lentamente caminó en dirección al lugar de donde provenía el sonido y vio un pequeño canino tratando de levantarse en vano.

Sana abrió los ojos en grande, y rápidamente fue a ver al canino para ver que había sido apuñalado por una botella de vidrio rota.

Esta rápidamente cargó al pequeño canino y caminó en dirección a la veterinaria más cercana.

"No te preocupes, pequeño. Te llevaré a que te curen, por favor resiste un poco, si?" Sana pidió, caminando lo más rápido que sus piernas le dejaban.

Al llegar a la veterinaria, el canino fue rápidamente atendido y llevado a la sala de emergencia.

Sana acompañó al canino hasta cierta sala, y se quedó ahí esperando y acariciando levemente la cabeza del perro.

"Todo irá bien, pequeño." Esta dijo, acariciando la cabeza del perro con delicadeza. "Todo irá bien."

El canino movió levemente la cabeza para mirar a la japonesa en el rostro, y luego lentamente lamió los dedos de la contraria, mostrándole su agradecimiento.

Sana sonrió levemente y siguió acariciando al canino hasta que este se durmió por la anestesia.

La cirugía había comenzado, y los pedazos de cristales estaban siendo quitados del cuerpo del pequeño perro mientras Sana sostenía la patita de este.

"Todo irá súper bien." Sana murmuró bajo su respiración.

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Sana observaba al canino desde afuera de la habitación mientras este descansaba tranquilamente.

"Hiciste bien al traerla." El veterinario comentó, haciendo que la japonesa lo mirara por un rato y luego devolviera la mirada al canino.

"Cuánto tiempo crees que dure así?" Sana preguntó con un tono de voz calmado.

"Esas heridas tardarán al menos 1 mes y medio en curarse completamente." El veterinario comentó. "Debido a que ahora está en una situación delicada, lo tendremos que tener en observación esta noche."

Sana se le quedó observando al canino antes de mirar al veterinario de vuelta.

"Volveré mañana a verla." Sana aseguró, y el veterinario asintió.

"Presiento que ella apreciará tu visita." El hombre comentó, y la japonesa solo sonrió levemente antes de dar una pequeña reverencia y retirarse.

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Sana volvió a la veterinaria todos los días de aquella semana para visitar al canino.

Y cada vez que Sana aparecía en la habitación en donde tenían al pequeño perro en observación, los ojos del canino brillaban y su cola se movía de un lado a otro con energía y felicidad.