Elsa jamás creyó que su vida cambiaría por completo una noche que por accidente se pierde en el bosque. Un lobo salvaje muerde su hombro, pero alguien llega a salvarla en ese momento. «¿Qué era eso? ¿Un hombre o un animal?». Se preguntó la niña al ver que alguien (o algo), le había quitado de encima a ese gran lobo negro. Tal vez debía ser el destino que ella estuviera en ese momento en el oscuro bosque. Y así fue como inicio su vida a lado del imponente híbrido, Jack. Mitad lobo mitad vampiro.

Segunda parte de Híbrido. No leer si no has leído la primera parte ya que la sinopsis contiene spoilers.

No leer si no has leído Híbrido y Desiderátum. Jack y Elsa miran como sus hijos han estado creciendo durante los años, como deben esforzarse para no dejar expuestas esas mitades que los hacían ser iguales a sus padres. Luchando para fingir ser solo simples humanos. Al pasar los años, la pareja de híbridos mira como sus hijos siguen creciendo. Mirando cómo al crecer los sentimientos de Anne, Eloísa y John cambian en cuanto comienzan a conocer a las personas que los harían sentirse enamorados por primera vez. Luchando Anne por no sentir más que un cariño de amigos por ese chico que conoce desde pequeña, negándose a estar con él por el miedo de perder su amistad y más que nada a él. Eloísa decide luchar para enamorar al hombre que ama desde que era una niña, demostrándole que ella era la mujer para él, sin importar cuánto tiempo le lleve hacerle ver eso. Siendo John el último en caer en los encantos de cierta mujer que lo hace vivir nuevas cosas y hacerle ver de diferente manera la vida. Salvándola de todos, incluso de ella misma. Sin ninguno sospechar de la proximidad de cierto vampiro que está decidido a destruir a esa familia de híbridos. Volviendo a tener que luchar para detener a ese imponente vampiro que no se detendrá hasta tener lo que quiere.