Lista de lectura de Toji_tetas_grr
7 stories
Reclamada por el Feral  by Solo-Sigo-Guapas
Reclamada por el Feral
Solo-Sigo-Guapas
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  • Parts 51
Cuando mi padre murió, quedé al cuidado de mi media hermana. Ahora que ya soy una mujer, ha decidido que es hora de "casarme". Pero no hay boda... solo una venta. Me entrega a un salvaje a cambio de créditos. No sé quién es. Solo sé que no es humano. Es de una raza de cazadores. Y no tengo idea de qué me espera ahora.
Antología Erótica  by Solo-Sigo-Guapas
Antología Erótica
Solo-Sigo-Guapas
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  • Parts 34
No hay reglas, solo deseo. Abre cualquier página... y deja que te atrapé.
La Elegida del Yautja by Solo-Sigo-Guapas
La Elegida del Yautja
Solo-Sigo-Guapas
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  • Parts 38
La Tierra. Bosques de Virginia. Estoy de cacería, moviéndome entre árboles húmedos y hojas crujientes, invisible al ojo humano. Entonces los veo: una pareja caminando por un sendero solitario. Él habla demasiado. Ella... me llama la atención. Hay algo en la forma en que mira el bosque, en su risa suave, en cómo se mueve. No es una presa, no todavía. Pero no puedo dejar de observarla. Mi instinto gruñe. No por la caza... sino por otra cosa. Deseo. Advertencia: está historia contiene escenas gráficas y sobre sexualidad. Con cuidado por favor.
Mi Protector  by Solo-Sigo-Guapas
Mi Protector
Solo-Sigo-Guapas
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  • Parts 47
Llevo seis meses atrapada en esta pesadilla. Secuestrada por unos alienígenas horribles que me arrancaron de todo lo que conocía. Justo cuando pensé que nada podía ser peor, me vendieron a uno aún más brutal, más aterrador. Sé que esto podría ser mi fin, pero algo dentro de mí se niega a rendirse. No todavía. Esta historia es la segunda parte de mi primera historia: " La Cautiva del Cazador "
La Cautiva del Cazador  by Solo-Sigo-Guapas
La Cautiva del Cazador
Solo-Sigo-Guapas
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  • Parts 55
Nunca he temido a la soledad de los bosques. Al contrario, siempre he encontrado en ellos un refugio. Por eso tomé mi mochila y me aventuré sola por los senderos de las montañas Apalaches, buscando un poco de silencio, un respiro de la vida cotidiana. Todo iba bien, hasta que emprendí el camino de regreso. No sé exactamente en qué momento empecé a sentirlo, pero lo sentí. Esa presencia. Un cosquilleo en la nuca, el crujir de hojas sin viento, la certeza de que algo -o alguien- me vigilaba desde los árboles. Aceleré el paso. Luego corrí. No me detuve a mirar atrás. Y entonces... algo se interpuso en mi camino. No lo vi. Solo sentí cómo el aire cambió, más denso, más frío. Quise gritar, pero algo invisible me rozó con la fuerza suficiente para arrebatarme el aliento. Mi cuerpo cedió. Todo se volvió oscuro. Ahora solo recuerdo el silencio. Y el miedo de saber que no estoy sola. ADVERTENCIA: está historia contiene escenas gráficas de sexualidad