Mientras Caitlin rezaba sus oraciones de rodilla frente a la cama con la cabeza gacha, Él la miraba por la ventana desde el árbol de enfrente que daba a su habitacion.Iba completamente de negro, para así confundirse con la oscura noche y no ser descubierto por la morena...Podriamos decir que él era una Mala Influencia para ella.
Una Mala Influencia para todos.
Ya cuando vio que la chica se acostaba y daba dos aplausos- para apagar la luz- Decidió bajar del Árbol.
Caminó a paso lento por las calles, Sacó una caja de cigarrillos, y encendio uno, Inhalo y exhalo llenando y vaciando sus pulmones de humo, Habia comenzado a fumar desde los 15 y realmente el tabaco lo relajaba, preferia el tabaco a las drogas.
Para cuando habia llegado al club ya se habia fumado completamente el cigarrillo, botó la colilla de este y la piso.Le hiso una ceña al guardia y este le cedio el paso, los adolescentes en la cola para entrar abuchearon, pero al darse cuenta de que era Aaron, Todos callaron.
-hey bro.-saludaron sus cuatro amigos Carter R-el más blanco y de ojos un poco rasgados-Jack J -El más bajo, pero aún así seguia siendo alto y con unos ojos verde oscuro-Jack Gilinsky -el morocho alto- y por último, pero no menos importante Nash Grier -El alto de ojos cristalinos.
-¿Fuiste a ver a la chica que sera monja?.-bromeo su amigo Nash.
-¡Maldicion! no me jodas.-Dijo Carpenter.
-Esta bien hermano, relajate.-Dijo Carter arreglandose el cabello -un copo-se miro en el espejo de la barra y le pudio a la camarera que le trajera un chupito.Regalandole una coqueta sonrisa.-No entiendo el porque teniendo a todas las chicas del instituto locas por ti, te fijas en la más cristiana y pura, Esa chica,Sinceramente Aaron, no debe saber ni que es un orgasmo.Además es un año menor que tú y sus padres son demasiado estrictos y correctos.
Aaron rodo los ojos, no le haria caso Carter.
¿TE ENAMORARÍAS DE ALGUIEN QUE ESTÁ A PUNTO DE DESAPARECER DE LA FAZ DE LA TIERRA?
Todo inició el cuatro de abril del 2025.
La vida no es justa, o al menos para Megan Lynx. Su vida está colmada de mala suerte, pero eso no le impide amar.
El día de su cumpleaños recibe la noticia que le da un vuelco a su vida. Ese mismo día conoce a Nathaniel Soutton, Su nuevo ¿doctor?
Él es todo lo contrario a ella, no se expresa y lo más importante en su vida es el trabajo.
No son la pareja perfecta, ¿pero quién dijo que el amor es perfecto?
¿Podrán cambiar un final que ya está escrito?
Prepárate para leer la historia que te dejará sin lágrimas.