¿Qué nos hace humanos? ¿Nuestras emociones y sentimientos? ¿Nuestras ideas? ¿Nuestros pensamientos? Yo no sé lo que me hace humana, solo se que lo soy. ¿Quiénes son mis padres? No lo sé. ¿Mi infancia? No la recuerdo. Tampoco es que importe. Aquí nadie tiene padres o descendencia. Todos parecemos "nacer" a la misma edad; a los 18 y a partir de esa edad envejecemos y morimos. Vivo en una ciudad habitada por clones. Todos llaman a la ciudad Alejandría y nuestro único propósito es salvaguardar toda la Historia de la civilización humana. Toda la cultura, las tradiciones, los libros, películas, música, arte. Todo esto y más está en Alejandría. Alejandría es lo que muchos humanos antes que yo llamaron una utopía. La vida es perfecta. No hay eso que llamaron desigualdad, marginación o injusticia. El gobierno no es cruel o egoísta como muchos de mis libros dicen. Todo esto se debe a que los clones a pesar de que razonan, piensan y sienten sus emociones no son profundas; por eso el enojo no se vuelve en rabia sino en perdón; el miedo no se vuelve en angustia sino en valentía; la tristeza no se vuelve en agonía sino en esperanza; y a pesar de que nos respetamos los unos a los otros no hay eso que le llaman amor.