Una historia desarrollada 7 años después de la batalla de Hogwarts, donde Harry se encuentra completamente perdido en la vida, siendo, todos los sábados, arrastrado religiosamente hacia pubs con Ron y Hermione. Sus amigos están preocupados por su salud mental; Hermione teme que Harry haya entrado en una especie de depresión, mientras Ron mantiene que le ha perdido el gustillo a la vida. "𝑵𝒐 𝒄𝒓𝒆𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒖 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒔𝒆 𝒓𝒆𝒄𝒐𝒎𝒑𝒐𝒏𝒈𝒂 𝒔𝒊 𝒏𝒐 𝒆𝒙𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒂𝒍𝒈𝒖́𝒏 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒐 𝒅𝒓𝒂́𝒔𝒕𝒊𝒄𝒐, 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒖𝒏𝒂 𝒎𝒖𝒅𝒂𝒏𝒛𝒂, 𝒖𝒏 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒐 𝒕𝒓𝒂𝒃𝒂𝒋𝒐, 𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒛𝒂́𝒔, 𝒖𝒏𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂"