El típico cliché de una adolescente enamorada de su padrastro... aunque, bueno ¡ejem!, la historia cambia un poco. Es la historia de la típica adolescente enamorada de su, madrastra.
Anahí, tiene 17 años, con ganas de vivir, de enamorarse, ser feliz y no sufrir. Pero por cuestiones de la vida cae rendida ante los encantos de su madrastra, Dulce María.
Dulce, es una mujer de 29 años de edad, casada con Christian Puente, algo sería, engreída. Christian, le llevaba muchos años de diferencia a Dulce María, por lo tanto era una esposa y madrastra muy, muy joven. Ella es hermosa, tan hermosa que levanta los suspiros de más de uno, incluyendo los de Anahí.
Pasión, sufrimiento, dolor, y amor serán los protagonistas de está historia.
Astrid es una chica normal como cualquier otra, no le gustaba no tener el control de su vida, pero fue obligada a dejar gran parte de éste control debido a la separación de su familia. Lidiar con problemas siempre le resultó agobiante y aterrador, sin embargo, ese nuevo comienzo trajo a su vida una nueva «suerte».
Situaciones imprevistas causarán caos en la vida de Astrid.