Se supone que no debo acércame.
Se supone que debo alejarle.
Se supone que no debe gustarme.
Se supone que no debo gustarle,
y, sin embargo, son tantas las suposiciones que,
mi mente me advierte,
mi cuerpo me traiciona
y mi alma le suspira.
Se supone que no debo acércame.
Se supone que debo alejarle.
Se supone que no debe gustarme.
Se supone que no debo gustarle,
y, sin embargo, son tantas las suposiciones que,
mi mente me advierte,
mi cuerpo me traiciona
y mi alma le suspira.
El mundo da un vuelco cuando la primer mujer en la Fórmula 1 se hace presente en el Paddock.
Camille Watson, hija del gran piloto de la F1 tendrá que demostrar que se merece ese asiento en Mercedes...