Liam Payne se quedó solo desde muy joven, perdió a sus padres a los diecinueve años, lo que lo hizo madurar mucho más rápido, estudiando duro por las mañanas y trabajando por las noches.
Tiempo después, a sus veinticuatro años, tras tener un trabajo y hogar estable, adoptó a un pequeño de tres años, había sido difícil, meses de papeleos y revisiones, pero valió la pena, por fin pudo obtener a su pequeño Niall
Se volvió padre muy joven, y trabajó duro, sacando adelante al pequeño.
Todo parecía ir bien, a pesar de no tener una buena vida, llena de lujos, todo parecía perfecto.
Hasta que Niall entró a la escuela.
Liam tendría que lidiar con el bullying hacia su pequeño, por tener un padre adoptivo y abiertamente gay, intentando responder las preguntas de Niall sobre sus verdaderos padres.
Su tranquila vida se transformaría en una larga lucha, donde intentaría proteger a toda costa a su hijo, explicarles sus orígenes e intentaría evitar enamorarse, Niall era todo su mundo, y no quería distraerse con nada, ni nadie.