¡Elemental, Mi Querido Izuku! (Shigadeku)

Entre asesinatos sin resolver y secuestros, Midoriya y Shigaraki se ven atrapados en una espiral de crímenes que los persiguen como si fuera una maldición. Identidades falsas, disparos en la oscuridad y encuentros fortuitos marcan el camino.

Con cada bala que roza su piel y cada mentira pronunciada entre dientes, Shigaraki se ve forzado a proteger al estúpido héroe que insiste en seguirlo hasta los rincones más oscuros de la ciudad. Porque, aunque no quiera admitirlo, hay algo en Midoriya que lo hace reaccionar, algo que lo empuja a mentir, a disfrazar su intención real solo para mantener con vida un día más.

Pero el peligro no se limita a los casos que resuelven ni a los enemigos que acechan en las sombras, Midoriya se encuentra con una verdad que nunca imaginó, un secreto enterrado entre la sangre y el polvo. Ahora, con el peso de la responsabilidad sobre sus hombros, no solo tendrá que proteger la verdad, sino que también deberá hacerse cargo de un villano en miniatura. Un niño de mirada afilada y ojos rojos.

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Los personajes le pertenecen a Kōhei Horikoshi.
Las imágenes no son mías créditos a su respectivo autor.
Los casos son del Detective Conan.