Para Julie Smith la vida no le había sonreído tanto como a su hermana, sus 21 años se acercaban y eso solo significaba que por fin es mayor de edad legalmente y puede deshacerse de sus padres. Laila pudo escapar de eso cuando cumplió su mayoría de edad pero por más que quiso llevarse a su hermana menor consigo, no pudo. Julie solo ansiaba ese cumpleaños para volver a ver a su hermana y empezar a hacer lo que de verdad le gustaba, el arte. Quien diría que su vida cambiaría al pintar algunos cuadros para la cafetería donde trabaja su hermana, que encontraría a la persona más estúpida que pudiera haberse imaginado. Arthur solo acompañaba a su hermano a hablarle a la chica que le gusta para asegurarse de que no saliera corriendo, nunca espero encontrar a la mujer más bonita que había visto y el hecho de que ella lo odiara, le hacía quererla aún más.