Desde que su memoria le permite recordar Dan Heng ha pasado gran parte de su vida luchando contra una confusa sensación de añoranza. Como si hubiera perdido a alguien que le era muy importante. Cuando dicho sentimiento se vuelve demasiado insoportable siempre termina por refugiarse en las viejas y desgastadas páginas de un viejo diario que, según llegaron a contarle, perteneció a alguien de su familia. Habiéndose acostumbrado a convivir con tan molesto sentimiento, dando por ciertas las palabras de su padre, Dan Heng se encontrará afrontando el vaivén de emociones encapsuladas en su corazón desde un tiempo más allá del que él cree.