Los límites entre el odio y el deseo comienzan a desdibujarse. Él disfruta provocarla; ella, a pesar de todo, no puede dejar de mirarlo. Lo que empezó como un desafío pronto se convierte en un juego peligroso donde ambos podrían perder más de lo que están dispuestos a admitir. Porque hay miradas que queman. Y hay tentaciones a las que es imposible resistirse. ¿Podrá Atenea mantenerse firme o caerá en el peligroso encanto de Jackson? Todos los derechos reservados a Joaisabel Roman ©All Rights Reserved