¿Si quisieras escapar de casa, a dónde irías?
Evie no lo pensó dos veces. Francia. Un país lo suficientemente lejos como para desaparecer. Una ciudad donde el anonimato es posible, donde tal vez -solo tal vez- pudiera volver a respirar sin miedo. Con una maleta prestada, los nudillos heridos y el alma hecha trizas, cruzó la frontera de todo lo que conocía.Con una maleta prestada, los nudillos marcados y el alma llena de grietas, huyó de una casa que llevaba años sin ser hogar.
Pero París no la recibió con promesas ni libertad.
La recibió con asfalto duro, un dedo roto... y un traje manchado que no debería haber tocado.
Andrew, joven empresario, frío como el mármol, acostumbrado a tenerlo todo bajo control...
No estaba preparado para encontrársela.
Y mucho menos para que no lo reconociera.
Evie no entiende nada.
Andrew, demasiado.
Y su hermana Dasha, testigo silenciosa de los silencios de ambos, empieza a atar cabos.
Años de abandono, navidades rotas, cartas escondidas y secretos callados con los dientes apretados...
Todo eso, Andrew lo enterró.
Pero Evie es una cicatriz con piernas que acaba de volver a abrirlo todo.
¿Pero... por qué Evie querría escapar de su casa?
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Este libro contiene violencia familiar y escenas +18