PRÓLOGO -¡No soy un trofeo! ¡Ni siquiera eres mi padre! ¡No tienes derecho a apostarme en tus estúpidos eventos! Alzó su mano y con ello ya sabia con que intención venía, cerré mis ojos y recibí el fuerte impacto; me dio una cachetada la cual ardía demasiado, lo único que pude hacer fue cubrir mi mejilla con mi diestra tratando de aliviar el ardor. -Tal vez no sea tu padre, pero hasta que tengas 18 sigues estando bajo mi custodia, por lo tanto puedo hacer contigo lo que se me plazca. -¡A ella no le vuelves a tocar ni un solo cabello! Todo pasó demasiado rápido, alguien más había clavado su puño en el rostro de Michael dejándolo en el suelo y dejándome en su espalda. No lo dudé y dejé que me escondiera detrás de él asomando mi cabeza por su hombro. -Chanyeol... -murmuré tomándolo del hombro. -Solo no te muevas de detrás de mi. -susurró al parecer con enojo pero a la vez seguridad tomando mi mano en un tierno agarre. -Escúcheme bien idiota de pacotilla, yo no dejaré que de a _____ a cualquier idiota que le gané. Le juro que haré lo que sea. -comenzaba a acercarse amenazantemente a aquel hombre que se hacía llamar mi padrastro sin soltar el agarre en ningún momento. -Absolutamente todo, para ganarle y quedármela yo, porque se ha metido con Park Chanyeol...