En un instante, el refinado y empedernido ambiente del host club se tornó caótico. Un torpe resbalo por parte de las invitadas al practicar el waltz con uno de los miembros; el jadeo ante la caída de una lámpara alta, vidrio y porcelana. Y Juniper, recostado, sumergido en el arte del encanto, no comprendió la alerta de sus alrededores hasta que dicha luminaria se inclinó sobre él, cayendo sobre su cabeza.
──── Áhg... /Encontrábase en la enfermería, sentado en la camilla. El personal había tratado la herida sobre su cabeza y el ligero corte en su frente por el vidrio roto, forzándolo a descansar hasta que alguien viniera en su busca, arrastrándolo a su hogar. Solo, tornó al escuchar la abertura de la puerta. Sorpresa lo invadió al contemplar la figura del blondo. ¿Yū-chan...? /Musitó, pestañeando como si tratara de una alucinación. Su ceño se frunció infantilmente. ¿Viniste a reírte de mí, hmph?