𝟷

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03:00 a.m

𝑷.𝑶.𝑽 : 𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌

Los planes y reflexiones recorrían mi cabeza sin cesar. Mi insoportable mente no dejaba de visualizar escenas inconcebibles. No era la primera vez que me ocurría.

Siempre era el mismo esquema cuando me llegaba a fijar en alguna chica en el colegio.

Claro, solo era un simple juego. Debía ser un simple divertimiento. Mi corazón no tenía el derecho de sentir de verdad.

Había llegado una alumna nueva al colegio y su presencia destacaba. Aliza. Una pequeña británica que traía vibras felices y que era apasionada en su vida. Sus facciones europeas, sus ojos verdes y su revoltoso cabello rubio cenizo llamaban mucho la atención, pero para mí era la energía que despejaba que más me atraían.

Ya había puesto en marcha mis planes, solo escribía una última vez un resumen, para evitar errores y catástrofes.

...

Etapa 1:
Debo saber todo sobre ella.

Etapa 2:
Debo conseguir su amistad.

Etapa 3:
Debo enamorarla.

Etapa 4:
Debo manipularla hasta me pertenezca.

Etapa 5:
Por último, debo desechar lo que ya usé.

...

Era simple, fácil y efectivo. Tal vez un poco cruel, pero no se podía esperar menos de mí.

Decir que era un adolescente enfermo de la cabeza era poco. Yo mismo me consideraba un psicópata.

La etapa uno había empezado desde el primer segundo en el que la vi. Mis ojos se pegaron a ella y no la dejaron hasta que cerró su puerta al volver a su casa.

Ya tenía mi pequeña pero ordenada lista de informaciones gracias a mis orejas y ojos mágicos.

Nombre completo: Aliza McCarty
Edad: 17
Dirección: Mapo-gu, Seongmisan-ro, 78
Numero de teléfono: +81 *** ***
Redes sociales: Instagram (@aliza****) Twitter (@alimc***)
Color favorito: Rosa claro

Soltera. Un hermano mayor. ( Nam McCarty)
Ella entra al equipo de voleibol. Vegetariana y alérgica a la lactosa. Tomará clases particulares de perfeccionamiento en coreano. Adixta a Netflix .

Bueno, en realidad, era una lista ya bastante grande para un solo día en cuanto a espía. Pero necesitaba más. Nunca me satisfacía con poco, siempre quería más. Era una obsesión.

Ya estaba averiguando para mudarme a la casa del frente de la suya lo más pronto posible. Obviamente, todo funcionaba como debía gracias a mi gran capacidad de organizarme.

Mañana la seguiría hasta el colegio e intentaría descubrir cada vez más cosas sobre ella.

En unos días, iba a poder pasar a la etapa 2 de mi plan, luego la 3 y sucesivamente hasta llegar a la última etapa.

Dejé mi lápiz encima de la mesa y cerré mi cuaderno, ya era muy tarde. Debía descansar un par de horas aunque sea. Ahora que lo tenía todo escrito y ordenado, ya podía dormir en paz.

7:30 a.m

Sus piernas estaban descubiertas frente al aire frío. ¿Qué le había dado por ponerse falda justo hoy? No sabía lo que hacía. Cuando sea mía, sus suaves muslos no tendrán el derecho de recibir aire fresco. Además, siempre estarán a mi disposición.

Agarraba el brazo de su hermano amigablemente e iba conversando con él mientras caminaban.

Para mi gran felicidad, escuché un mínimo ruido de algo que se caía al suelo. Ese sonido era el de una pulsera suya.

Enseguida analicé la situación. Podían ocurrir dos cosas:

Primera opción, la chica se daba cuenta y se agachaba para recogerla, lo que me permitiría ver su falda levantarse.

Segunda opción, no se daba cuenta y podría recoger su joya. Lo último me convenía un millón de veces más, a pesar de mis ganas de ver qué traía abajo.

Ni la joven ni su hermano se inmutaron. Solo siguieron su camino como si nada.

Ahora... Una linda pulsera de plata, con su nombre gravado me pertenecía.


18:07 p.m

𝑷.𝑶.𝑽 : 𝑨𝒍𝒊𝒛𝒂

Uff.
Tiré mi bolso encima de mi cama y me saqué los zapatos. Me dejé caer sobre el muro, pegando mi frente contra este. Al fin había terminado mi día de colegio.

Era muy cansador hablar todo el día en un idioma que no domino.

Y ni siquiera había terminado... Ahora venían los deberes.

Tenía que ver el lado positivo, me había hecho un montón de amigos y la mayoría de las cosas habían estado bien.

Toc, Toc.

Mi madre interrumpió mi desesperación mental entrando a mi habitación. Parecía estar muy apresurada. Me dejó un jugo de naranja y una barra de cereal encima de mi escritorio.

-- Tengo otra reunión, te dejé la cena en el refrigerador, adiós, te quiero mucho. -- Mencionó ya fuera de mi habitación.

Era una rutina. Desde siempre había sido así... Que sea en Inglaterra o en Corea. Sus "te quiero" se asimilaban a un cualquier otra palabra. Lo repetía siempre de la misma manera y la verdad es que sonaba muy hipócrita.

Ella se consideraba la madre perfecta que amaba a sus hijos y se preocupaba por su salud. 

Pero yo no lo veía de esa manera. Esa mujer estaba desperdiciando su vida por una empresa que solo le aportaba dinero. Riqueza que ya ni necesitábamos. 

El lado de mi padre salvaba un poco el asunto en mi familia, no tenía nada que reprocharle.

Siempre me han dicho que tengo una vida bastante decente y por eso, nunca debería atreverme a quejarme de lo que sea.

Le di un mordisco a mi barra de cereal y me puse manos a la obra, preparándome a horas de trabajo.


Gracias por leer ❤️
Espero que a alguien le guste esta historia... No duden en escribirme, para lo que sea!

Stalker [ 𝗝𝗝𝗞¹⁸ ]Where stories live. Discover now