Capítulo 1

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El zorro albino corrió por el bosque mientras escuchaba al conejo que tenía delante. El zorro hizo crujir sus huesos transformándose en humano y dejando al conejo en paz. Stiles entró a su casa mientras cogía un pantalón del porche poniéndoselo para no entrar desnudo en la casa. Stiles le sonrió a Peter mientras estiraba sus brazos haciendo crujir sus huesos. Peter arrulló a su pequeño hijo mientras lo miraba con una sonrisa.

- Ha llegado una carta de los Argent.- Dijo Peter mientras veía a Stiles llenarse un vaso con agua, hizo una mueca girándose para ver como ponía a Harley en la trona para beber.

- ¿Me han descubierto?- Peter negó con suavidad dejando un platito delante del niño con galletitas para bebes.- Entonces realmente no me importa mucho.- Dijo dejando el vaso en la pica, Peter se rió con suavidad antes de apartarse del pequeño sin dejar de prestarle atención.

- Créeme te interesa muchísimo.- Dijo soltando la carta en la mesa, Stiles la cogió leyéndola rápidamente antes de fruncir el ceño totalmente confundido.- Lo vamos a tener muy difícil.- Dijo divertido escuchando el grito del pequeño.

- Deberíais iros a casa de la madre de Harley, no será seguro que tú y el cachorro estéis en casa si esos cazadores vienen.- Peter negó con suavidad antes de coger a Harley para dárselo a Stiles.

- No pensamos irnos, tu eres cazador, no nos cazaste cuando nos conocimos.- Dijo Peter acercando su mano a la del niño que la cogió con fuerza.- Podremos mantener las apariencias, además no pensamos dejarte solo.- Susurró Peter dejando un beso en la frente del chico.

Peter y Stiles se habían conocido en una situación bastante tensa. Stiles era cazador de criaturas, trabajaba por solitario, aunque por el precio adecuado se aliaba con cualquier familia. Y aliándose con los Argent fue como se encontró con Peter, debía cazar al lobo pero se encontró con una situación que rompió sus esquemas. Se encontró a Peter protegiendo al cachorro de unos pocos meses, que en ese momento ya tenía un año, con uñas y carne. Stiles lo escondió hasta que los Argent dejaron de buscarlos y así fue como comenzaron a vivir juntos. Poco después apareció la madre de Harley, una loba bipolar, y por ese motivo habían decidido quedarse con la custodia de Harley, dándole visitas programadas con la mujer. El tema de que se convirtiera en un Kitsune fue un error de cálculos en una caza, y había conseguido ocultarlo a todos sus amigos cazadores además de controlarlo a la perfección.

- Sigo pensando que deberías irte con Leonore, ambos.- Dijo Stiles devolviéndole a Harley mientras subía a su habitación para ducharse.

El tema de que los Argent le mandara dos cazadores a su casa, solo porque estos habían pedido asilo para una caza, no le hacia ni una pizca de gracia. Stiles negó saliendo de la ducha y  atándose la toalla en la cintura mirándose en el espejo. Sonrió sacando su forma beta, esta consistía en dos orejas en la parte superior de su cabeza y sus ojos sobrenaturales más una cola, había dominado tanto su control que controlaba cuando salía las garras y los colmillos. Quitó sus orejas al oír la puerta abrirse viendo a Peter asomarse con sus móvil en la mano.

- Es Christopher.- Dijo con asco mientras le tendía el teléfono. Stiles se descolgó antes de llevárselo a la oreja.

- Dime Argent.- Dijo Stiles mientras se apoyaba en la pica del baño. Escuchó ruido desde el otro lado, sabiendo que el cazador estaba en medio de alguna reunión.

- ¿Has leído la carta que te he enviado?- Preguntó directamente el cazador, Stiles rodó los ojos mientras mordía el interior de su mejilla.

- Si Chris, y eso te va a salir caro.- Dijo Stiles con voz divertida, escuchó el resoplido del cazador antes de que su móvil vibrará.

- Te he hecho la transferencia, espero que eso cubra la estada de una semana de los cazadores. Si se tuvieran que quedar más hablaremos.- Stiles sonrió mordiéndose su labio mirando por la rendija de la puerta que Peter había dejado al irse.

- ¿Se puede saber a qué vienen?- Preguntó Stiles queriendo averiguar cuan en peligro estaba su familia. Ya que Peter y Harley eran como su hermano y su sobrino. Escuchó un ruido molesto al otro lado de la línea que le hizo fruncir el ceño.

- No lo sé con exactitud, solo que otros cazadores han tenido avistamientos extraños por la zona.- Stiles se tensó antes de asentir con la garganta y despedirse escuetamente. Salió del baño y se cambió con rapidez antes de bajar al salón donde Peter estaba viendo la tele mientras movía la sillita del niño para que se durmiera.

- Dile a Leonore que no venga hasta que la avisemos, vienen porque han habido avistamientos sobrenaturales.- Peter resopló frotándose la nuca antes de negar con cansancio.

- Va a ponerse furiosa conmigo, pero se lo diré.- Dijo el lobo antes de que el kitsune se dejará caer a su lado mirando distraídamente la televisión.

Le daba muchísimo miedo que los cazadores desconocidos descubrieran a Peter o Harley, no dudaría en matar aquellos que le intentaran hacer daño a sus lobos si eso ocurriera, y lo que menos necesitaban era que el clan de los Argent se les pusiera encima, de nuevo. En las noches de insomnio había pensado muchísimo en dejar la caza ¿Pero eso era lo único que conocía, como lo iba a dejar?

Su padre había sido cazador y desde que tenía memoria había sido entrenado para ser el mejor en ese campo, claro está que a él no le interesaba matar a nadie. Pero cuando el dinero entró en el juego sus ideales se fueron un poco a la mierda, se convirtió en la máquina de matar que su clan quería. Por suerte, o desgracia, el Clan Stilinski había sido asesinado por una manada en busca de venganza. Solo habían quedado él y Lydia, ambos cogieron caminos distintos, y en el caso de Lydia incluso un apellido diferente. Él no había tenido miedo a seguir siendo un Stilinski, y tener a los Argent a su lado, al principio, había sido beneficioso. Ahora, siendo un Kitsune, era como vivir con un cuchillo en su garganta, que al mínimo error lo degollarían sin piedad.

Se levantó y cogió de nuevo la carta que Peter había dejado en la mesa. Se sentó apoyando su cabeza en el hombro del lobo mientras abría la carta y  leía de nuevo los nombres de los cazadores, por todo lo sagrado esperaba que los hermanos Winchester no se atrevieran a perturbar su vida ni un milímetro.

The Prey (Stean)Where stories live. Discover now