Prólogo

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El camino a la casona de la hacienda era largo, y más si se va desde el potrero de la hacienda.

El jóven de pelo negro iba montado en su caballo para avisarle al patrón sobre el parto de la yegua Blanca.

Avanzando por el camino empedrado, el muchacho comenzó a cantar una canción, pues así se hace más llevadero el calor.

Una muchacha, después de una pelea con su padre, corrió hacia su cuarto y fue hacia el balcón a soltar aquellas lágrimas causadas por el coraje y la impotencia.

Con los ojos llenos de lágrimas, se recargó en el barandal de piedra mirando el cielo tan hermoso de ese día soleado.

Aquella problemática a cualquiera de sus amigas y conocidas le habría parecido una injusticia, pero a ella no le gustaba ser una riquilla caprichosa y le parecía una gran estupidez.

La muchacha miró hacia abajo resignada.
Cerró los ojos en busca de consolación a través del silencio.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz realmente bella. Una voz masculina que, por un momento, hizo que la muchacha ignorara por completo lo que había sucedido y buscara al hombre poseedor de esa voz.

Para su sorpresa no era más ni menos que uno de los ganaderos trabajadores de su hacienda. Un jóven muchacho con rasgos muy definidos de una persona aparentemente extranjera pero con ese toque que solo un mexicano logra tener.

El jóven al sentirse observado buscó  por todos lados hasta encontrar aquella mirada afligida pero curiosa. Unos grandes ojos repletos de lágrimas cautivaron al jóven y, queriendo consolar, le dedicó una amable sonrisa antes de continuar con su camino.

Ni el jóven ni la muchacha podían sacar la imágen del otro.

E, incluso, desearon verse de nuevo.

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⏰ Last updated: Jan 07, 2021 ⏰

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Hacienda Alcatráz (SeroHanta x Lectora)Where stories live. Discover now