Un Beso En Madrid - Lawlight OS

Capítulo Único

Y ahí estaba Light Yagami, pisando su nuevo departamento. Hace poco él y la rubia que era su "novia" se acababan de mudar, exactamente dos semanas después de que L muriera. El simple hecho de finalmente vencer a su enemigo lo dejaba muy tranquilo, y ahora finalmente podía seguir matando gente como quisiera.

Mientras Ryuk los acompañaba recostado en la cama, Misa y él estaban ordenando lo que sería su nueva habitación, pues la chica sugirió que, al ser pareja, debían dormir juntos. Ante las constantes insistencias de ella, al castaño no le quedó de otra que aceptar, pero también le aclaró que cada quién dormiría a su lado. Estaba ubicando algo de su ropa en uno de los clóset, pero la voz de la joven lo interrumpió.

--¡Mira lo que encontré, Light!--exclamó a la vez que se le acercaba.--¡Esta es la postal que me enviaste cuando tú y L estaban en España!

--¿Qué?

--¡Fue un lindo detalle de tu parte, amor!

El joven observó atentamente aquel pedazo de papel fotográfico que ahora Misa tenía en sus manos, el que tenía uno de los importantes monumentos de Madrid como imagen central. Juraba haber olvidado todo lo que había pasado en los pocos días que él y L estuvieron allí, pero estaba equivocado, pues los recuerdos llegaban a su mente poco a poco.

--Ah, sí, ese viaje.--suspiró.--Quién diría que sería el último de Ryuzaki.

--Bueno, era necesario matarlo o nos hubiera descubierto. ¿No?--comentó, hasta que su celular comenzó a sonar, por lo que ella contestó rápidamente.--¿Hola? ¡Casi la olvido! ¡Estaré ahí enseguida! ¡Adiós!

La rubia cortó rápidamente, para luego terminar de arreglar sus cosas lo más rápido posible. El chico la miró sin expresión alguna, pero aún así decidió preguntar.

--¿Qué sucede?

--Tengo una sesión de fotos y estoy algo atrasada, es todo.--sonrió, tomando sus llaves y corriendo hacia la puerta.--¡Nos vemos después, Light!

Unos segundos después, finalmente se escuchó un ruido de la puerta principal desde lejos, lo que significaba que Misa había salido. Ahora tan sólo era él, Ryuk y esa postal que seguía en su mano, pero el castaño conocía perfectamente la curiosidad de su shinigami, por lo que no se quedaría callado e inmediatamente lo interrogaría acerca del tema.

--Así que tuviste un viaje con L cuando la Death Note no estaba en tus manos.--rio.

--Fue por trabajo, es todo.--suspiró, listo para susurrar.--O al menos eso creía.

--Escuché eso último, a mí no me engañas.--habló, acercándose a él.--Ahora quiero que me cuentes todo.

--En serio, Ryuk. No quiero aburrirte.

--Créeme, el simple hecho de que viajaras sólo con tu peor enemigo lejos de casa ya lo hace interesante.--el shinigami volvió a la cama, recostándose en una cómoda posición.--Vamos, cuenta.

--De acuerdo.--volvió a suspirar, esta vez resignado.--Pero no te burles.

--Depende.--rio.

--Bien. Todo comenzó una mañana normal, antes de descubrir que el tercer Kira era de Yotsuba...

***