Lucha o Muere

luchar hasta morir.

Nunca creí estar tan cerca de lo que alguna vez sonó increíble, codo a codo con quien en algún momento dictaba las ordenes y hoy, está aquí; tocando el mismo sucio piso que yo, compartiendo el sudor y las lágrimas de lo que algunos llamaron derrota, hoy frente al estrado nos acusaran de terroristas de contra atacar la paz. Sé que no importara cuanto grite, ni a los que acuse la verdad es un arma de doble filo y hoy nos tocara morir con la verdad para que los ideales no queden olvidados como serán nuestros cuerpos.

La última noche en la prisión en algo que nunca creí extrañar, siento un fuerte anhelo por todo lo que sucedió hasta el día de la fecha, lástima que no sé qué día es con exactitud. Las noches frías son lo único que marca que el día murió. Sé que moriremos, o al menos yo sé que moriré, así que dejare lo que pueda escrito en estas cuatro paredes grises y asfixiantes.

"Que harías si un día todo lo que conoces fuera arrebatado en frente de tus ojos y la única opción que te den es mirar para otro lado mientras todo cae como un castillito de arena que se derrumba y el viento borra las huellas de lo que alguna vez existió.

Para mi suerte, no pude quedarme viendo como todo se desvanecía, no pude aceptar la injusticia de aquel momento y que hoy sigue en pie. Al menos puedo decir que no fui el único, fuimos miles y fueron miles de muertos... pero nadie podrá borrarnos de la historia.

Aún recuerdo como empezó, yo trabajaba en una empresa nacional y mi jefe en aquel momento era el dueño de ese lugar, los recursos decayeron y hubo despidos masivos, hubo manifestaciones y derrotas. Nuestro jefe estaba devastado no tenía nada y como nada tenía, nada quedo, quebró y caímos todos con él.

Familias destruidas viendo que hacer para comer, veíamos el noticiero por canales de aire y no decían nada, mostraban que todo estaba bien, mentían sin ningún escrúpulo, no les temblaba la voz al acusar trabajadores de terroristas, al contar las muertes "injustas".

No podía ver como mentían, censuraban y ocultaban la verdad bajo una piedra, no lo soporte, a la primera oportunidad que tuve organice una manifestación masiva.

Las calles estaban repletas, trabajadores, estudiantes, profesores, todos estaban luchando. Gritábamos hasta quebrar nuestras cuerdas vocales, pero no fuimos silenciados, ni desaparecidos, ni muertos o al menos eso creí.

Alguien lanzo algo, no sé qué fue, pero ahí comenzaron las disputas, los policías reprimiendo a la gente, ver como los golpeaban y llevaban a la fuerza, ¿acaso ellos no eran ciudadanos? Un uniforme no cambiaba lo que son, pero si para ellos.

No pude contener mi rabia cuando vi que le estaban pegando a un niño y a una señora, no sé qué fue lo que sucedió, pero los defendí, ataque a un policía, no lo herí, solo corrí en dirección a él y con todas mis fuerzas lo empujé lejos, al momento que pude reaccionar estaba huyendo, estaba siendo arrastrado por quien fue mi jefe, aquella persona que lo tenía todo estaba defendiendo la injusticia a mi lado y al de más gente, me ayudaba a escapar a mí.

De alguna manera este hombre llevaba una especie de doble vida, una vida social y lo que pasaba puertas para adentro, me conto lo que sucedía, confirmó todo aquello que una parte de mi quería creer que era mentira, no podía creer todo lo que había sucedido a la vista de todos, pero nadie quiso ver, había que hacer algo al respectó... había que hacer historia.

Pegamos carteles, hicimos charlas, convocamos manifestaciones, cada día teníamos más apoyo.

Yo pienso que se asustaron, tenían miedo de que logremos algo y una noche atacaron nuestra casa, nos llevaron detenidos, nos torturaron sin intención de matarnos, querían que viéramos como mataban lo que quedaba de humanidad y de justicia, pero los ideales no mueren, las personas sí, pero la historia sigue y mientras uno este de pie nunca caeremos... nunca dejes de luchar, y no dejes que nadie te arrebate lo que te pertenece, no olvides la libertad, yo nunca la olvidare, no dejes que la libertad se olvide."

Escondí ese pedazo de papel entre los huecos de las paredes, alguien alguna vez lo leerá y cuando eso suceda no se olvidarán de la libertad.

El día trascurre lento, el juicio se acerca, debo admitir que algo de miedo tengo, siento que no termine de hacer todo lo que estaba en mi poder, quizás si me hubiera dado cuenta antes sería diferente...pero ya no se puede hacer más nada.

-Señores, ustedes han violado el código de la paz y han hecho actos inconstitucionales, no tienen perdón, son un asco de personas y estas atrocidades merecen la muerte, disfruten su última noche. –

El camino a la muerte fue lento y frio, pero con la cabeza en alto y el corazón en la mano, mi muerte no fue sorpresa para nadie, ellos sabían lo que sucede al mostrar la otra cara de la moneda, pero sé que esta vez no será en vano, mi muerte será un nuevo comienzo.