One shots || Shigatoga

Primer encuentro

El ambiente en el bar era tan oscuro e impasible como lo habitual. Shigaraki reposaba en una banca cerca de la barra, sus brazos apoyados en la misma y con una expresión resentida y frenética, disimuladamente neutral, cosa que no podía apreciarse por la mano que casi siempre descansaba en su rostro.

El villano sólo se limitaba a pensar en ese momento, meditando lo que sucedió, en el fallo que había cometido y que despreciaba admitir. Kurogiri le decía que el sensei contrató a alguien que aseguraba reclutar buenos aliados... o al menos eso había oído, porque estaba muy abstraído en su propia nube de autoreproches.

El ataque a UA suponía haber sido infalible, contando con tantos villanos y un Nomu totalmente preparado para vencer al faro de su objetivo. Pero falló, y lo odiaba, odiaba a All Might y a ese chiquillo desagradable que, de pronto tenía una fuerza comparable a la del primero y una determinación... una determinación tan irritante...

Sumado a eso, como cereza del pastel, estaba contrariado al ser opacado por el asesino de héroes Stain, que incluso siendo capturado, tenía mucha influencia en los medios últimamente. Su plan al estropear el de él, resultó siendo un fiasco.

Suspiró, estaba frustrado, pero asintió ante las palabras de Kurogiri, porque confiaba plenamente en su sensei, y sabía que un error significaría después una mejora, un avance, una lección. Tamborileando tres dedos al borde la barra, la puerta del costado se abrió de golpe, había llegado Girán, y el albino gruñó ligeramente suplicando que no sea una pérdida de tiempo su llegada.

Escuchaba con un toque de desdén que el hombre había encontrado dos personas interesadas en su causa, y entonces cuando se mostraron, las escudriñó: un adulto joven de aspecto rudo con partes de su piel chamuscadas, insolente y desagradable, junto a una chica, de cara bonita, que parecía una total mocosa, luciendo anormalmente entusiasmada e infantil. Se los hizo saber mientras apuntaba a ambos con desprecio.

Siguió atento con resignación después a lo que Girán decía de cada uno, intentando disimular su asombro cuando este mencionó que la rubia era autora de varios asesinatos sangrientos, persistiendo sin ser capturada.
Se preguntaba... ¿Cómo lo hacía? ¿Cómo era posible que una chica aparentemente inocente hiciera algo como eso? Incluso le causó gracia que tomara demasiada confianza tan rápido, llamándolo a él por su nombre.

No caviló mucho en esto, porque su curiosidad se apagó momentáneamente cuando empezó a mencionar a Stain. Ahora sólo estaba perdiendo poco a poco sus estribos.
Sin embargo, al escuchar un comentario no muy agradable de su acompañante sobre Toga, él la defendió respondiendo con un "No has hecho nada de lo que ha hecho ella" y lo interrogó.
El momento no pudo haber mejorado porque el otro, después de que se presentó evasivamente como "Dabi", también nombró a Stain en su discurso.

Se enojó, expresó su disgusto, y dejándose llevar por su frenético estado de ánimo, casi los hizo polvo a ambos; pero Kurogiri lo detuvo, y al final... sólo le quedó resignarse. Ni una palabra salió de su boca cuando se alejó a su cuarto.
Su "niñera" tenía razón, sólo eran ellos dos en la liga, y necesitaba aceptar a cualquiera que estuviera dispuesto a unirse, debía pensar con claridad lo que hacía. Era otra oportunidad.

Parte de esa noche, Shigaraki se mantuvo en su habitación, ensimismado. Sólo tomó diez minutos en su consola y la dejó, por sopresa, abruptamente. Estaba distraído y pensaba... en todo lo que sucedió recientemente, clavado de vez en cuando en unos ojos dorados y una voz animada que decía "Tomura".

Reconoció con vergüenza y recelo que Toga Himiko lo intrigaba un poco, y que podría ser muy útil, pero... ¿de qué manera lo sería? ¿cuál eran sus habilidades, su quirk...? necesitaba saberlo, pero todavía no se animaba a hacerlo, también requeriría tiempo acostumbrarse a su fanatismo hacia Stain, eso sin contar lo retorcida que era.