Una Cena Romántica en el Palacio (Ling Xiao x You XiaMo)

1

14 de febrero.

—¿No vas a comer?

You XiaMo miro apático al hombre que se encontraba sentado frente a él.

«¿Quién demonios querría comer en una situación como esta?».

Aunque había regañado al hombre en su mente, no dijo ninguna palabra en voz alta, solo estiro sus manos y tomó uno de los bocadillos rosados que se encontraban en el plato.

Mastico, mastico y mastico, sintiendo que la bola de masa en su boca era muy dulce, tal vez demasiado dulce. Con la mirada, You XiaMo buscó algo para beber, pero como si el Emperador Ling hubiera leído sus pensamientos, le extendió una copa dorada. You XiaMo le miró desconfiado, el hombre solo sonreía tranquilamente.

—Bebe.

Indicó, sus ojos estaban achinados, mirándoles con interés.

Ante esta mirada, You XiaMo solo pudo sentir toda su piel volverse de gallina; vacilante, tomó la copa de vino entre sus manos y se alejo rápidamente del Emperador.

Sin fijarse en el contenido, se llevó la copa dorada a sus labios y dio un buen sorbo. El jugo bajó por su garganta, dejando un camino agrio y un poco suave. You XiaMo hizo una mueca y sacó la lengua para tratar de evitar ahogarse. Desconsolado, miró al Emperador con furia.

—¡Esto es vino! ¿Por qué me has dado esto?

El Emperador solo rió en voz baja, aquella risa causo que todo el cuerpo de You XiaMo temblara y sus orejas se sonrojaran un poco... Tal vez era solo los efectos del vino, pensó.

—Estamos en una cita romántica ¿por qué no beberíamos vino? Parece que tu coeficiente intelectual es demasiado bajo, pequeña rata.

Enarcó una ceja el hombre mientras colocaba su codo sobre la mesa, luego dejó caer su cabeza sobre la palma de su mano, tomando una posición perezosa mientras veía al joven frente a él.

You XiaMo no sabía con cual palabras de las que dijo el Emperador sentirse más ofendido.

«¿Por qué siempre se metía con su coeficiente intelectual? ¡Soy muy inteligente!, solo que cuando está frente a este hombre... parece que se vuelve un poco tono...».

Murmullando, volvió a tomar un sorbo del líquido en su copa sin saberlo, cuando el vino bajó por su garganta, You XiaMo dejó la copa sobre la mesa.

—Entonces... ¿Ya puedo irme? —rió un poco avergonzado—. Creo que ya he comido lo suficiente... ¿Usted no ha comido ya lo suficiente?

Su última pregunta sonó un poco vacilante y fue dicha en un tono muy bajo, ya que el Emperador le miraba ahora ardientemente.

—Mhm, hoy es el día de los enamorados y he decidido no tener mi cita con alguna de mis concubinas...

El tono que usó fue uno afligido, pero en su rostro no parecía en nada lastimado...

—No son tus concubinas, ya que tú no eres el Emperador.

Interrumpió You XiaMo, armándose de valor ¡Él no era una pequeña rata!

—¿Qué dijiste?

You XiaMo se hundió en su asiento mientras bajaba la mirada hacia los postres con formas de corazón.

—Nada... Nada, usted es el gran Emperador Lin.

El hombre pareció satisfecho con sus palabras, así que continuó con su teatro.

—He decidido otorgarle mi favor a usted, segundo hijo de la casa You, así que puedes satisfacer a este Emperador ahora y convertirte en nuestra Emperatriz.