Capítulo 1

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Osamu, suele salir a correr por las mañanas, le gusta sentir la brisa fresca en su nuca, y el olor a tierra mojada provocada por el pasto recién regado de sus vecinos.

Del bolsillo sacó su celular y puso una de sus playlist favoritas, suele escucharla mientras toma un baño o cuando hace tarea por la tarde, le resulta muy relajante.

Empezó a trotar, para calentar un poco sus músculos, poco a poco comenzó a acelerar el paso; al correr suele pensar en teorías algo locas, que ve en internet; la noche anterior vió un video que explicaba una teoría sobre el origen de los seres humanos, y como es que éramos observados y manipulados por seres superiores, el hecho de que tal vez cada etapa nueva o difícil que se presentaban en nuestra vida, era por que alguien lo había puesto ahí a propósito para ver cómo reaccionamos ante ello, sonaba algo tonto pero cuando ya te habías visto todos los videos que te salían cuando buscabas "teorías sobre el origen de la vida" en youtube, realmente se te hacía algo lógico.

Se miró el reloj que tenía en su muñeca izquierda, para ver si ya era hora de regresar a casa, dio media vuelta y comenzó a caminar en dirección hacia su casa, sus pasos eran un poco lentos, estaba algo cansado, había estado corriendo por un buen rato, tenía algo de hambre, necesitaba recuperar sus energías con una porción de carne; la noche anterior, habían cenado estofado, y sobró un poco, era suficiente para calmar su apetito, realmente le gustaba la carne que preparaba su mamá, la cocía tal como le gustaba, algún día él lo haría igual, había estado practicando, pero siempre se quemaba o le faltaba cocción.

Ya faltaban solo tres casas más para llegar a la suya y probar un trozo de aquella tan anhelada carne que le hacía agua la boca; de pronto en su camino, apareció la silueta de un chico de pelo castaño, ojos verdes y rasgados, que extrañamente le hacía recordar a un zorro, y con una postura algo curveada se acercaba cada vez más y más en una patineta que a simple vista se podía notar que ya era algo vieja, por los raspones que tenía en la parte inferior y en las ruedas delanteras, en la parte superior tenía muchas pegatinas de esas que venían como regalo en cajas de cereales, nunca había visto a ese chico por su calle, estaba seguro de que si alguna vez lo veía no se olvidaría de su cara, era lindo, y le transmitía una vibra muy tranquila y pacífica; ese chico que por un momento le había hecho olvidar su apetito, le dedico una cálida sonrisa y siguió su camino, Osamu no supo cómo reaccionar, esa actitud le vino por sorpresa; tal vez -pensó- ese chico era una de esas pruebas que aquellos seres superiores habían puesto en su camino.

...

Continuó caminando hacía su casa ignorando aquellos pensamientos sobre la sonrisa que le había dedicado ese chico minutos antes, probablemente sólo trataba de ser amigable, era mejor no hacerse ilusiones, y alejar esos pensamientos de su cabeza e ir a desayunar un poco de ese estofado, que había venido saboreando desde hacía ya tres calles atrás.

-Regresé-dijo Osamu mientras abría la puerta de su casa

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-Regresé-dijo Osamu mientras abría la puerta de su casa

-A nadie le importa- respondió Atsumu desde su habitación

Al otro lado de la ventana | OsaSunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora